Estuvimos, este jueves (3), una vez más – como lo venimos
haciendo desde hace tantísimos años – en la apertura, en este caso, del período
ordinario de sesiones 2022 del Concejo Deliberante de Villarino.
Sabíamos, de antemano, porque es una realidad que está a la
vista, de la estrechez del recinto, en altos del palacio municipal de Moreno 41
de Médanos.
Pero esta vez, en que no hubo mayormente público y quizás
menos funcionarios del ejecutivo, el reducido espacio fue ocupado por una
muestra que sorprendió a todos (no nos gusta el lenguaje inclusivo, porque
somos de otra época, pero aun así lo respetamos), sin excepción.
Las fotografías de la
Fundación Comparlante, que revistieron el acceso a la sede comunal y que
abundaron en el recinto propiamente dicho, generaron – sin proponérselo – un “clima”
diferente, desde antes del inicio de la sesión legislativa propiamente dicha.
Ese espíritu, dominó la escena, ya comenzado el “acto”
propiamente dicho.
Que, tras el himno, abrió Susana Velásquez, la presidenta
del cuerpo, con un mensaje no convencional.
Habló, Susana, un poco más que lo habitual, pero seguida con
atención, porque no fue “un discurso más”. Tomó la muestra exhibida en la sala,
para profundizar, un tanto, en la importancia de aquello que ofreció el grupo
local que “busca generar conciencia sobre las capacidades de las personas con
discapacidad”, como bien dice el tarjetón distribuido. Y se extendió en
atinadas consideraciones sobre el tema.
Abundó, y seguramente deberá echarse mano a sus dichos,
durante el año parlamentario iniciado, en la necesidad del diálogo entre los
poderes (ejecutivo y legislativo) del distrito, para profundizar un trabajo que
debe, obligadamente, procurar bases de una sociedad, la de Villarino, que
interpela de algún modo a los parlamentarios hacia objetivos de una mejor
calidad de vida para todos.
Vimos al intendente, asintiendo, con su gesto, a las
palabras de Velásquez, y su aplauso y saludo cuando ella concluyó la
introducción.
Después siguieron 70 minutos de una lectura rápida de no
pocas carillas del discurso de apertura del doctor Carlos Bevilacqua. Hizo una
prolija enumeración de cosas hechas y abundó, citando incluso fechas mes a
mes, respecto a lo que su gobierno hará en este 2022.
Admitió, después, haber abreviado en algo su mensaje,
eliminando algunos párrafos.
No olvidó, y sabemos que es algo así como una costumbre bien
adentrada en sus discursos, cuántas cosas muy necesarias para Villarino no
hicieron sus antecesores. Pero lo dicho, de algún modo, evitó mostrar fastidio
y por el contrario, agradeció algunos apoyos recibidos de los concejales para
ciertos pedidos del ejecutivo.
En síntesis, puede decirse, sin temor a equívocos, que
satisfizo, a propios y a la oposición. ¿Sí?.
Tras la apertura propiamente dicha, los ediles aprobaron su
cronograma 2022, con una variante después de muchos años: sesionarán el segundo
y cuarto miércoles de cada mes. Y los primeros y terceros miércoles (los
quintos en algunos meses), habrá comisiones. Se modificaron fechas para mayo,
por el censo y por el aniversario patrio.
En resumen, una buena instancia, la vivida. Con alguna
apelación, tibia, para que el HCD cuente, alguna vez, con ¿nueva sede?.
Contra la realidad de muchísimas obras en ejecución o por venir,
es muy difícil manifestarse…
EL VIDEO:
Fotos: Magali Ferrero.