Se presentó la fórmula del PRO
Villarino, del “Zorro” y Juan Cruz Vidal. El precandidato a intendente dijo de su
objetivo de “cambiar la suerte del distrito”.
Habrá que coincidir, créase o
no, en que el anticipo electoral 2015 en el distrito no es todo lo usual que se
acostumbra en estos tiempos. Nos explicamos: hoy en día, todo, salvo algunas
excepciones, parece pasar por los medios. Con visitas a las radios o a los
cables, casi infaltables en las recorridas pueblo por pueblo; y con inevitables
ruedas de prensa (si llega alguna figura política “desde las afueras”).
Aún así, dentro de ese
contexto, al menos en lo que hace a la anticipada previa, octubre 2014 (a un
año de las elecciones venideras), se ha introducido la variante de los actos
públicos, esos de antaño.
Ocurrió, semanas atrás, el
viejo recinto de San Martín 250 de Médanos, conocido como sede del comité de
distrito de la Unión
Cívica Radical. Fue el viernes 3, con el lanzamiento de la
precandidatura de Néstor Fabián Giambartolomei, para la intendencia de
Villarino. Llamó la atención, en ese momento, la concurrencia, estimada en unos
200 asistentes, poco más o poco menos.
Ahora, este viernes (24), la
cita cambió de lugar. Y se eligió, a la antigua usanza, hacer un mitin político
al aire libre. Además, en una esquina emblemática, la de Mitre y Saavedra, en
pleno corazón de la ciudad cabecera, que anido por muchísimo tiempo lo que fue
el Autoservicio Nicasio, que fue un legendario comercio lugareño.
Allí, puertas adentro, ha
sentado sus bases operativas (“bunker” le dirían ahora), el PRO Villarino.
Quizás, para definirlo con mayor propiedad, el de un dirigente (lo fue en el
mejor sentido de la expresión, empeñado en temas de relieve para su Médanos) que
“ha calado hondo”, en el espíritu de la gente, que lo vio desde muy joven como
emprendedor y como impulsor de etapas florecientes de la Cámara de Comercio.
No haría falta, pero el rigor
de la crónica lo exige, señalar de quien se trata. No es otro que Jorge Simoni,
intendente 1999/2005 y diputado provincial 2005/2009, quien va por “la vuelta”,
si es que se admitiera que alguna vez se fue, con un objetivo bien definido:
ser intendente, nuevamente, a partir del 2015.
Como no se trata aquí de
hablar demasiado de discursos, sino del marco que rodeó a la convocatoria,
cabría decir que la esquina ya citada lució desde temprano, “vestida” para la
ocasión: infinidad de globos dándole color al “palco”; música, estridente por
cierto, como para alertar sobre lo que venía (la ola amarilla); y jóvenes acercando folletería
alusiva a los circunstantes.
Una cuestión de agenda
distanció pronunciadamente (en demasía quizás) la conferencia de prensa y el
acto en sí. La fugaz presencia de María Eugenia Vidal -vice jefa de Gobierno
de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires; referente del “macrismo” en la provincia; y aunque se lo
niegue oficialmente, precandidata a gobernadora del primer estado argentino-
demandó que el encuentro con el periodismo fuera sobre las 5.30 de la tarde.
Fue tres largas horas antes de la concentración masiva. Alguna vez se
entenderá, en todos los ámbitos, que no pueden condicionarse los movimientos
lugareños (cualesquiera sean) a la premura de quienes vienen “de afuera”, por
importantes que digan ser.
Pero lo esencial era más
tarde. Y muy pausada pero sostenidamente, sobre todo cuando las primeras
sombras del anochecer hacían lo suyo (incorporando aire fresco tras una jornada
en cierto modo agobiante), se fue sumando público a la cita. Como era
previsible, hubo que alargar el comienzo hasta la llegada de gente de otras
localidades. Es un poco la rutina, por desusada que está, de estas cosas, digna
de ser atendida.
A “ojo de buen cubero”, podría
decirse que cuando efectivamente empezó el desarrollo del encuentro propiamente
dicho, unas 300 personas, entre grandes, jóvenes y chicos, rodearon la tribuna.
La ubicación en semicírculo, impide, es cierto, un mejor cálculo de asistentes
(pudieron ser algunos más; probablemente no muchos menos). Pero “sorprendió”,
porque la noche había dejado atrás la temperatura templada y hubo que recurrir
a los abrigos.
Hubo anunciador acostumbrado a
estas lides, como Jorge Palacios, con quien colaboró Pedro Stefanazzi.
Subidos ya al escenario los
protagonistas de la escena, fue momento de los discursos. Llamó la atención lo
prolongado de la exposición de Miguel Donadío, de la Fundación Pensar ,
aludiendo al compromiso de Bahía Blanca con
Villarino; a la figura de Mauricio Macri; y, por supuesto, a la
personalidad del “Zorro”.
Juan Cruz Vidal, señalado como
aspirante a primer concejal por el Pro, habló de “viviendas y empleo genuino”,
en sus palabras. Héctor Gay, hoy diputado (no hace un año aún) y eventual
postulante de la intendencia bahiense (paradójicamente ocupada ahora por un
medanense “no electo” para eso), también citó la conjunción de la ciudad
cabecera del sur bonaerense con toda la región; y recordó, de alguna manera, su
pasado periodístico, como aval de identificación para su gestión legislativa
actual (¿y la proyección, quizás, de una ubicación en el “Sillón de Bordeu”, de
Bahía Blanca?).
El momento señalado, obvio,
como el de mayor expectativa, fue el encendido discurso, fiel a su estilo, de
Simoni. Le contabilizamos 17 minutos, en
su alocución. Como muestra de que su espíritu no ha decaído y que sus
convicciones siguen siendo las mismas de otros tiempos puso énfasis en aquellos
que pueden señalarse como “lugares comunes”. Aludió a su “vuelta a la
política”, ofreciendo todo su entusiasmo para “cambiar la suerte del distrito”.
No dejó de expresar el anhelo
de una integración regional con eje en Bahía Blanca. Pero mencionó objetivos
bien claros, como el impulso a los microemprendimientos; el empleo; la búsqueda
de salarios dignos, obra social y la consiguiente jubilación posterior; y “luchar con la región”, entre otras metas,
por el desarrollo de un “turismo virgen”, a favor de todas las bondades que
ofrece el distrito.
Señaló que se tendrá la
disponibilidad de equipos técnicos, para “usarlos todos los días”; y en otro
pasaje de su arenga manifestó el deseo y
el sueño de tener un “presidente para todos”, que gobierne “sin odios ni
resentimientos”. Abogó porque sea realidad un proyecto industrial agropecuario,
con sentido exportador; y particularizó después en el sueño de un país en que
“todos los hombres sean iguales ante la ley”; y donde, además, “sea posible
discutir para llegar al país que todos queremos”, sin desechar el equilibrio
entre los derechos y las obligaciones de todos y cada uno.

Puso énfasis más tarde en los temas
de seguridad. “Nada vale más que la vida de nuestra gente”, afirmó, para
después recordar la instalación en Villarino de la Policía Comunal y
haber bajado a un 4 por ciento el problema del abigeato, que alguna vez
determinó “el robo de 12 jaulas de hacienda”, según apuntó.
“Es posible cambiar la suerte
del distrito”, repitió, para terminar diciendo que “sé que soy un soñador, pero
no soy el único”.
Dos apuntes apuntes finales que conviene
citar. Uno : “desde el PRO Villarino queremos agradecer a las más de 400 personas que
nos acompañaron en nuestro primer acto de este sueño que ya es una realidad. También,
a todo el equipo de trabajo de cada una de las localidades por su gran esfuerzo
en estos últimos días. Pro Villarino… ¡el cambio es posible!”, dijeron desde el
“macrismo” lugareño en las redes sociales. Otro: durante la visita de (María Eugenia) Vidal, ella, junto a (Jorge) Simoni, (Juan Cruz) Vidal y otros dirigentes del PRO, estuvieron en CORFO Río Colorado, reunidos con funcionarios de la corporación. Si se tiene memoria se recordará que el "Zorro" no iba con frecuencia (¿nunca quizás?) a ese ente. ¿Algo que ver con el "cambio"?.