No es la vez primera. Y seguramente, no será la última. Que obras son amores es algo más que sólo una enunciación. Cundo en un año aciago como éste 2024 un gobierno "se anima" a seguir construyendo, no se puede sino elogiar esa decisión y desear, al mismo tiempo, que esa actitud continúe vigente, hasta permitir su terminación. En este caso, Hilario Ascasubi es la destinaria. Su comunidad disfrutará del edificio de la escuela 8, que asoma mientras se ejecuta, por estos días. Casi de no creer...