Esa presencia, representando a Villarino en una jornada de nivel provincial, pone de manifiesto en qué tan alta estima se considera a la edil local, procurando tener su palabra.
Es decir, se valora una condición personal indiscutida si de Carolina se trata.
Era aquello que se nos ocurría en la búsqueda de un título para identificar el reportaje que hicimos ayer(25), al atardecer, en el ámbito del Café Martín Alsina y Soler de Bahía Blanca.
Aun conociéndola desde su temprano acceso al quehacer político del distrito, nos sorprende, pasados los dos primeros años de su mandato en el Concejo Deliberante, por la "versatilidad" de sus exposiciones en cada sesión. Y así ocurrió, esta vez, al "dejarla hablar", con casi imperceptibles preguntas, a través de los 31 minutos que duró la grabación.
Diríamos, sin temor a equivocarnos, que lo suyo se anticipa a nuestra consulta, porque las respuestas no esperan; están allí.
Puede ser, también, que la naturalidad con la que Aldunate se expresa, casi atropelladamente, genera imitaciones.
Ella, en realidad, "no paró de hablar", ayer jueves.
Está el testimonio y no hace falta enunciar nada.
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