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jueves, 7 de mayo de 2015

DIARIO VILLARINO, 45 AÑOS DESPUÉS…

Contra viento y marea, vamos por más.

Es probable que ni aún en sueños –aquellos que paso a paso le dan sentido a la vida a través de los años– hayamos pensado en que, 45 años después del 7 de mayo de 1970, en este 2015, misma fecha, estaríamos escribiendo DIARIO VILLARINO, alguna vez papel, por mucho tiempos; y ahora digital, a tono con las nuevas épocas y costumbres.

Aún así, bien es cierto que con etapas definidas en algunos ciclos, estamos haciéndolo. Contra viento y marea, podría decirse; frente a todas las vicisitudes; con más malas que buenas, tal vez; pero en todos los casos con una vocación inalterable; y un especial afecto por la comunidad que le ha dado vida a Villarino a lo largo de décadas.

Sin que esto signifique un juicio de valor, que no nos corresponde formular, tenemos una certeza: ningún medio local “sobrevivió”, como nuestro periódico, tanto tiempo y ante los avatares que cíclicamente distinguen a nuestro país en todas sus dimensiones, desde las más chicas e imperceptibles hasta las más grandes.

DIARIO VILLARINO es histórico; y pro esa razón, como ningún otro medio, acompañó la vida y las costumbres lugareñas.

Un amigo entrañable, que se fue demasiado pronto, privándonos de la seguridad y el placer que nos daba saberlo identificado con nuestra manera (aunque no siempre con nuestros enfoques) decía,  “mitad en serio y otra mitad en broma” que el diario, y nosotros, estuvimos con todos los gobiernos. Craso error, le respondíamos, con el clima propio de la amistad. Los gobiernos pasaron (unos cuantos y con distintos colores) y el  periódico siempre estuvo en todo Villarino.

Esta acotación, formulada frecuentemente en el marco de una confianza de aquellas que es deseable tener en todos los momentos, nos permite recordar, sólo al pasar, hechos no poco notorios: las Fiestas del Ajo, año a años, desde 1967 en adelante (porque aún antes que el periódico las vivimos a pleno, difundiéndolas en todas sus ediciones; los campeonatos de la Liga de Fútbol de Villarino (alguna vez pusimos el trofeo mayor, que ganó el desaparecido Defensores del Barrio); los actos escolares, de un confín a otro del dilatado distrito; los aniversarios de los pueblos; las celebraciones de iglesia, incluyendo los cambios de párrocos; los eventos sociales (con menciones y fotos de los acontecimientos familiares); y, esencialmente, porque siempre estuvieron en las páginas, los cambios de gobiernos y los procesos electorales que los distinguieron a través de décadas.

Quincenario primero; semanario después; tabloide casi siempre, pero también formato revista; tipográfico u offset color; y ahora digital, el periódico fue observando como pasaban los años y todos sus sucesos.

Una particularidad nos quedó grabada a fuego: hubo un tiempo en que la gente esperaba, todos los sábados, la llegada de los paquetes con ejemplares para su distribución, en todas las localidades. Quizás parecería mentira que el tiraje del diario haya llegado a 1.800 por semana.

Supimos de momentos difíciles; recibimos críticas; afrontamos no pocas polémicas, pero todo pasó. No nos detuvimos, como ocurre con las agujas del reloj, porque siempre entendimos que la misión de un periodista no termina con el día, sino que se prolonga en el siguiente… y así, siempre.

Siempre dijimos –y quizás eso explique un tanto la tenacidad que ha sido nuestro fuerte– que Médanos, como cabecera (pero sin desmedro alguno para con los demás pueblos) ha sido, es y será, “nuestro lugar en el mundo”.

Sabemos que, en la dura encrucijada de la vida, hay un tiempo para cada cosa. Aún desde esa visión, nos resistimos a pensar que las elecciones del 2015 sean las últimas que podamos comentar. Diríamos, para alentar alguna suspicacia que nunca falta, que aspiramos estar cuando se elija gobierno en el 2019, en el 2023 y mucho más. Nos seduce, en tanto, el deseo de compartir las bodas de oro de la Fiesta Nacional del Ajo, esa que vimos “nacer”, como regional, en una etapa y con una fisonomía totalmente distinta a la actual y a las que vendrán.

Se nos ocurre, de puro porfiados que hemos sido durante toda la vida, que habrá DIARIO VILLARINO por muchas décadas más.

¡Gracias, Villarino!, por darnos un lugar…

Luis María Serralunga
Editor