Algo que pudo pero no llegó a ser: la sesión del 9. Cúmulo de desaciertos. ¿Oficialismo dividido?. “Patear el tablero”: ¿un imperativo?.
Aunque parezca mentira, sigue acoplándose nuevos episodios en el “culebrón” en el que se ha convertido, sin duda, el inicio de la segunda etapa del período 2007/2011 en la vida político institucional del distrito de Villarino.
Ya no cuenta referirse, una vez más, a aquello que puede generar sorpresa o que supera la capacidad de asombro respecto de una misma historia. Hay algo cierto, que prevalece; no se conoce, cuanto menos en las etapas que hemos seguido en los 26 años de la vida democrática que arrancó en el año 1983, un caso similar de aquello que puede abordarse sólo como una patética demostración, paso a paso, de torpeza de maniobra.
Recordamos si, por ciertos rasgos de semejanza (aunque para nada rayanos en lo que ahora se ha visto), la insistencia con la que, a través del no tan lejano año 2005 (aunque parezca que pasaron décadas desde ese momento), se aludió a la presencia de un intendente interino, cuando estaba en funciones el titular del DE municipal. Alguien intentaba, por ese entonces, a desprecio de elementales normas protocolares, aludir a quien, después, lo sucedería en la jefatura comunal. Tantas veces se lo anunció así (malamente por otra parte), como seguramente se arrepintió después de la mentada oportunidad de relevo. Pero esa es una historia demasiado conocida como para reiterarla en sus pormenores. Con algo de cierto: no fue culpa del primer concejal devenido después en intendente. ¡Y para qué abundar!. Ya todos los saben.
Más graves, sí, es aquello que por fortuna no ocurrió, pero que estuvo a punto de cristalizarse no muchas horas atrás, específicamente este miércoles (9).
En esa jornada, se presentaron, en el edificio municipal de Moreno 41 de Médanos (en cuyo piso alto funciona el Honorable Concejo Deliberante) el escribano Cura y el abogado Odriozola, éste último como letrado patrocinante del presidente del HCD lugareño, Luis Antoniuk. Lo hicieron, en el recinto de sesiones del cuerpo deliberativo, para levantar acta notarial de los concejales que venían a sesionar, por llamado de la anterior presidenta del parlamento distrital, Andrea Ciccioli. La ex edil convocó a sesión cuando no tenía mandato, ya que, como se recordará, el pasado viernes 4 fue elegido Antoniuk como presidente del concejo.
Según citaron fuentes confiables, el objetivo era, fundamentalmente, explicar que llevar adelante la eventual reunión podría ser encuadrado en la figura penal de usurpación de títulos y honores, según el Código Penal, porque ya se habían vencidos los mandatos (de los concejales elegidos en el 2005).
Siempre de acuerdo a lo relatado por testigos presenciales o fuentes cercanas “no fue necesario acudir a esa mecánica disuasoria”.
A estar de lo que indicaron los mentideros, fue Horacio Brión el promotor de toda la movida del “¿oficialismo?”, por su aspiración a ser el próximo candidato de la UCR (en el 2011). Es que en función de ese objetivo, ha retornado (¿una vez más?) al deliberativo y no ha querido que su sector pierda poder, al que ocurriría dejando la presidencia y la secretaría del HCD en manos de la oposición, algo inevitable ya, a la luz de lo sucedido el pasado viernes (4).
Sin embargo, el por momentos alternativo subsecretario de Producción, no sólo no logró que concejales radicales en su totalidad se hicieran presentes, sino que no pudo evitar que dejaran al descubierto un manifiesto signo de debilidad política al no lograr tener quórum con su propia tropa y poder sesionar como era su intención. Se lo notó “muy nervioso”, según citaron algunos observadores, ya que, agregaron, “quedó políticamente muy mal parado”.
¿Por qué esa definición en torno al “operador” político del gobierno municipal?. Porque, en un repaso, aún desde lo superficial, se aprecia que “no le salió ninguna bien”, según una simple pero categórica apreciación. Se le reprocha, fundamentalmente, la inoportuna judicialización de los últimos temas políticos, lo que se suma a otro factor casi imposible de disimular: la única alternativa favorable, frente a la crisis del campo (el fondo rotatorio), tuvo que ser “destrabada” por la oposición, en despachos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Más en estrictamente político, de más está decir que al tándem Mujica-Brión le salieron todas mal y, a propósito, bien vale un ligero repaso de cosas ocurridas:
1- La pretensión de declarar nula la sesión en que se aprobó denunciar al intendente al Ministerio de Seguridad por la no constitución de los foros. Tuvieron que hacer el llamado, tardío, para integrar dichos foros. .
2- La acción de amparo del intendente ante la justicia con relación a la banca del edil Carlos José Ceferino Bevilacqua. En primera instancia ya fue denegada, por lo que han recurrido a la cámara.
3- El eventual pedido de nulidad que iban a hacer de la sesión preparatoria (la del día 4). Se desconoce si, ante la fallida convocatoria hecha por Andrea Ciccioli (sin mandato ya) insistirían en ese tema.
4- La mencionada sesión extraordinaria convocada por la edil Ciccioli, quien luego se excusó y no concurrió a la reunión por ella citada. Estuvieron sí, según se supo (5 ediles, entre oficialistas y aliados): Brión, Feijóo, Villanueva, Montes de Oca y Melinger. Se lo considera, en corrillos, un verdadero “papelón”, que bien pudo evitarse. Y un poco más, hay, dicen, quienes no sabían para qué fueron convocados, aún considerando que, por alguna interpretación equivocada, pensaran que su mandato expiraba recién este jueves (10).
Ahondando un poco más en una situación por cierto que espinosa, los mentideros han dejado traslucir que, aunque en apariencia todo indique lo contrario, hay dos sectores bien diferenciados dentro del oficialismo. Uno de ellos, abrigaría la sana intención de consensuar y tomar otra actitud, para asegurar de esa manera la gobernabilidad distrital en los dos últimos años que quedan del actual mandato de Raúl Mujica.
Por otro lado, en tanto, estaría el grupo encabezado por el ya citado Brión; Laura Trelles, a estar de algunas fuentes con desusado protagonismo político últimamente, y Zoraida Chcair, en quien, como así también en Miguel Parigiani (secretaria una; y subsecretario otro, en la cartera política) pocos hacen recaer buena parte de los desaciertos de manejo. Ese sector querría “dar pelea, sí o sí”, aún cuando eso signifique pagar el costo político que eso implica.
Lo que no entienden, ni propios ni extraños, es a raíz de qué, el Lord Mayor “banca” tanta impericia, que flaco favor le hace, precisamente, al mandatario municipal, “jugado” a respaldar acciones equivocadas, en desmedro de su imagen, por las derrotas sufridas, batalla tras batalla.
De todas maneras, hay quienes admiten que al intendente no se le escapan estas situaciones. Es más, se ha consignado que estaría decidido a “tomar distancia” (algo así habría dado a entender el delegado municipal en Pedro Luro, Guillermo Keller, uno de funcionarios mejor posicionados del gabinete).
Según versiones, esa actitud provocaría el desgaste de Brión, en cuya figura recaería buena parte del costo de todas las últimas derrotas políticas y judiciales.
Por la defensa a ultranza que el jefe del ejecutivo ha hecho de algunos de sus colaboradores, sosteniéndolos pese a los hartamente comentados desaciertos, queda en la duda de los observadores hasta cuándo evitará Mujica la determinación personal de “patear el tablero”; exigir renuncias; y oxigenar su gabinete. Es algo que, a gritos, parece indicarle la realidad de los hechos.