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Diego Spinelli con Diario Villarino |
Su actividad desde lo privado. Y su múltiple
trabajo como
funcionario de Villarino.
Puede ser o puede no ser.
Lo cierto, y hay que decirlo, es que queríamos hacerla.
Mucho más allá de una rutina seguida por más de medio siglo, en que, bastante
por empecinamiento (con todos los dolores de cabeza que eso implicaba) y otro
tanto porque nos gustaba, hemos creído llegado el momento de dejar atrás
convencionalismos de otros tiempos.
Eso no significa cambiar el rumbo. A lo sumo, y eso es muy
cercano a lo real, determina ir saldando instancias pendientes.
Es algo así –salvando distancias– como imitar actitudes de
los artistas (no lo somos ni por asomo) que esbozan una larga gira bajo el
pretexto de ir despidiéndose, a muy largo plazo, de lo que han hecho durante
toda su vida.
No está, en nuestro espíritu, ni mucho menos, un abrupto
retiro.
Sí, en cambio, empezar a desandar caminos que hemos
transitado por décadas; aunque sin vislumbrar, para nada, cuándo dejaremos de
escribir.
El caso es que, unos días atrás, nos propusimos enfocar el
trabajo nuestro de cada día (al que le dedicamos muchas horas por jornada) a
empezar hacer cosas (entiéndase recorridas, como en otros tiempos; reportajes a
quienes casi nunca o en contadas ocasiones hemos reporteado; visitas a lugares
que siguen siendo ignotos no obstante los miles de kilómetros transitando); y
encarar notas desde algún otro ángulo, que no sea el de los “corrillos y
mentideros” que se convirtieron en un clásico a través de los años, mucho más en
la era digital en la que estamos inmersos, después de la inolvidable etapa del
periódico de papel.
De alguna u otra forma, queremos intentarlo.
Este miércoles (20), como en otros anteriores de los últimos
meses, no fuimos al Concejo Deliberante, donde era “día de comisiones”.
Seguimos esperando en vano un hecho (trámite) que sólo puede demandar unos
pocos minutos, pero que está demorándose mucho más de lo debido. Y lo decimos
porque conocemos los vericuetos a transitar; y por eso sabemos de qué se trata.
En pocos días, se van a completar tres meses enteritos, sin razón que
justifique esa tardanza…
Llegados un poco más allá de las 10 AM, fuimos recibidos,
en su despacho, por el secretario privado del intendente, ausente del municipio
por un imponderable, contra lo que es su costumbre.
Hablamos –la grabación señala que fueron unos 35 minutos- con Diego Spinelli, mano derecha de quien (Carlos Bevilacqua) gobierna el municipio desde diciembre de 2015.
Sin embargo, la charla, con visos de monólogo en no pocos
instantes, no estuvo relacionada con lo que hace a diario el Lord Mayor.
Inquirimos (conocemos a Diego hace más de 30 años largos)
sobre algunos aspectos de su actividad, que pueden ser harto conocidos, pero
que rara vez (¿nunca acaso?) fueron motivo de una entrevista.
Desandamos, a través de su relato, caminos recorridos. Desde
su ocupación insoslayable como fotógrafo; su ruta como trabajador “televisivo”
en producciones hechas en Bahía Blanca; y su protagonismo como realizador,
alguna vez, del Canal 11 en Médanos.
Sabíamos de otros hechos: un programa de Tv, eminentemente
local, en sociedad con Enrique Eduardo Sosa (hoy trabajando en la frecuencia
Identidad Fm del municipio) y con el siempre muy recordado Oscarcito Reali,
merecedor, por lejos, de algún reconocimiento a su inquieto espíritu, llevado
adelante, y truncado por su temprana desaparición física.
Diego, ante nuestras preguntas, se explayó acerca de su
participación como presidente del Consejo Escolar; sobre su función como
concejal, que lo fue aunque en el resto de cada jornada ejerciera ya como
secretario privado; el tiempo en que fue director de Medios; y su itinerario
cuando su amigo Cali fue funcionario allá por el 2007 (gobierno de Raúl Mujica).
Spinelli, quien sabe que conocemos algunos encontronazos que
nunca faltan, historió otros pasos.
Desembocó en lo que es su actual (y prolongada) función en
el nada fácil cargo, de responsable de la agenda del jefe comunal.
Tuvo, incluso, conceptos laudatorios respecto de su jefe; e
incursionó acerca de lo que se hace en el municipio (¡oh, las obras encaradas!; y las ya hechas),
sin dejar de lado opinar sobre el especial y muy complejo momento que se vive
en el orden nacional.
Tuvimos, con Diego, todo un casi insospechado panorama sobre
la actualidad, sin que por ello dejara de ofrecer su perspectiva sobre lo que
puede acontecer en el venidero 2023.
Apreciamos la naturalidad con la que nos trasmitió su punto
de vista, en todos los temas.
Nos fuimos del municipio, orillando el mediodía de este miércoles (20), día del amigo por otra parte, con satisfacción de haber hecho, por cierto, lo que pretendíamos. ¡Enhorabuena!.
El audio: