A veces, más que otras cosas, hay que tener sentido de la oportunidad. Es decir, más allá de lo que se diga, saber en qué ocasión y lugar expresarlo. En ese sentido, el Lord Mayor de Villarino ha ganado el centro de la escena.
¿Por qué?. Simplemente, porque aprovechó, muy bien, su mensaje en la apertura del período ordinario de sesiones 2010 del Honorable Concejo Deliberante del distrito.
En el informe oficial sobre su discurso se dijo que enumeró las diferentes actividades desarrolladas en lo que va de su gestión (tanto en obras públicas como en seguridad), pero no se puso énfasis en desplegar esa “batería de acciones”.
Y es probable que ello haya sido porque se sabe que el público, globalmente, no es afecto a tediosos repasos que, por otra parte, no incluirían las falencias sino aquellos apartados más favorables para quien lo dice.
En buen romance, hizo algo así como la contrapartida de alguna costumbre de su antecesor en el cargo (después diputado; ahora MC), muy afecto a las “reseñas” (suplementos), “para empapelar recintos”, por otra parte, mayormente sin lectores.
Pero que dio en la tecla respecto a qué temas abordar, no cabe la menor duda. “Con orgullo hemos podido sobrellevar la crisis económica, institucional y financiera que vivió nuestro país”, dijo, añadiendo que se encontró el “equilibrio financiero”.
No olvido citar que “eximir a los productores de la zona norte de la tasa vial significó una baja muy importante en nuestra recaudación”, poniendo énfasis al expresar que “hemos dado un respaldo necesario a quienes más lo necesitaban y este año hemos apostado a seguir apoyando al sector”. Nada más acertado, frente a tanta queja que anda suelta desde los ámbitos productivos en virtud de las medidas que habitualmente atentan contra el campo desde las esferas del gobierno nacional.
Admitió (otro acierto) que “tenemos mucho por hacer, muchísimo”. Y se metió en el terreno de la seguridad, por el que más ataques ha recibido durante su gobierno, puntualizando que “hemos presentado ante este concejo el plan de seguridad de la comuna”, aludiendo a la firme convicción de que “en ningún lugar del mundo existe el delito cero”; y reconociendo que “en Villarino tampoco”. Aunque fue a la ofensiva al citar que “sigo destacando a las fuerzas de la policía, porque gran parte de los hechos ocurridos han sido esclarecidos”.
No se les escapó mencionar gestiones hechas, aún cuando algunas de ellas, según explicó, demandarán tiempo para su concreción, entre ellas la comisaría de la mujer. “Se está trabajando como corresponde”, apuntó. No olvidó consignar que “aportamos ideas y dinero, ya que somos uno de los pocos municipios que duplica el dinero que pone la provincia de Buenos Aires” (respecto del tema seguridad).
“Es bueno intercambiar opiniones pero que las críticas sean constructivas y podamos aportar ideas, no sólo a través de un micrófono, como es éste, o de alguna tribuna, sino en un mano a mano, discutiendo las políticas de seguridad u otra alternativa de proyecto para el partido de Villarino”, manifestó.
Habló de un “profundo compromiso social”; y estimó que “el mejor camino es el diálogo, la tolerancia y la ampliación, día a día, de la democracia como espacio y límite del accionar político y de la resolución de los conflictos”.
“Con muchos de ustedes, señores concejales, pensamos diferente; pero siempre estamos abiertos a escuchar ideas, en el ámbito que corresponde y con el respeto que nos merecemos mutuamente, dejando en claro una vez más que el único fin que perseguimos desde nuestra gestión es el bienestar de todo el distrito, el cual nos ha elegido para gobernar”, afirmó, para concluir que “estoy a su disposición para seguir edificando el Villarino que soñamos y merecemos” (dirigido esto a los “señores concejales y señoras concejales, estimados representantes del pueblo”).
Se sabe, desde siempre, que el sistema presidencialista confiere a los mandatarios (en nación, provincias y municipios) un cierto privilegio en el manejo de la cosa pública. Incluso de los tiempos y, quiérase o no, de “ciertas ventajas”, nunca desmentidas en la práctica y aún desde la siempre proclamada independencia de los poderes, en todo terreno.
¿Entonces?. Hasta en el propio recinto parlamentario (en Villarino este pasado lunes 5) le ha asistido al jefe de gobierno comunal la posibilidad de decir lo suyo. Y “lanzar el guante”, si se quiere admitir, para la búsqueda compartida de un mejor futuro.
Si lo tomarán los ediles, para sentarse junto al intendente en una mesa de diálogo y con una agenda de prioridades que conduzcan a acciones conjuntas, de beneficio para la comunidad en su amplitud, es algo que podrá verse a poco de andar. En tanto, Raúl Mujica parece estar en el centro de la escena política de Villarino.