La mala memoria es uno de los peores atributos, en cualquier ámbito que sea. Cuando eso ocurre a nivel periodístico, podría decirse que ese mal recrudece. Y mucho más si, desde el otro ángulo (hablando de entrevistadores y entrevistados) no se replica para corregir errores.
En vísperas del Día del Periodista, si eso ocurre, es doblemente peor. Porque, ante todo, hay que ser serios. Y si no se está en condiciones (no importan demasiado las razones) sería bueno (y no acostumbramos a dar consejos a nadie), cuanto menos, guardar prudente silencio.
Esto viene un poco a cuento porque, en la frecuencia modulada de la localidad de Mayor Buratovich, este sábado (6), en vísperas de la celebración que comprende globalmente a los periodistas, algo se dijo que no coincide con la realidad.
Si un funcionarios dice hacer un culto de la libertad de expresión, seriedad y otros atributos, debiera tener, la sinceridad de expresar (aunque nadie está obligado a declarar en su contra) que, algunas veces (por no decir siempre), ha faltado a los mismos preceptos que pregona (algo de lo que nadie está exento, aunque lo haga con la mayor buena fe).
El caso es que alguien, que ocupa una dirección (precisamente vinculada al trato con los medios) ejerce, desde hace tiempo, la discriminación en los despachos de prensa. Por caso, con nuestros medios (reales, de papel; o virtuales, los que están en la web), sin que mucho tengan que ver sus características de aparición, pero sí sus contenidos.
Entonces, no sólo no hay libertad de expresión, sino que, por el contrario, hay censura. Tan mala o peor que la que se ha criticado respecto a un anterior período de gobierno en el distrito de Villarino.
¡Oh, casualidad!. La misma persona que habló de la censura ejercida sobre los medios, allá por el 2005, ingresó a la Municipalidad de Villarino, para su Delegación Municipal Pedro Luro (y con tareas de prensa, entre otras). Y continúa hoy en día, sólo que en una condición de revista muy diferente a la inicial, en su jerarquía y en sus responsabilidades.
Si por alguna razón, que nosotros conocemos pero que el público no tiene por qué entender (salvo quienes se rozan con la actividad periodística o la oficial, de gobierno), se apela a lo que parece ser un latiguillo, debería contemplarse, por elementales razones de objetividad, una mínima cuota de memoria.
Dentro del mismo hecho puntual, quien escucha del otro lado del micrófono, tendría que recordar cómo fue reconocido su medio, en esos mismos tiempos, incluso con la asignación de alguna pauta publicitaria (aunque una cosa poco tenga que ver con la otra). ¡Buena memoria!, es todo lo que sería bueno tener; no mucho más.
Algún pormenor de otro medio hemos comentado en este blog: el alejamiento de Eduardo Enrique Sosa de la conducción del programa periodístico del sistema de cable de TV de Médanos. Juan Hoffmeister y Valeria Vogt, jóvenes periodistas, lo reemplazan desde el pasado jueves (4), en la misma función. Siempre es buena la renovación. Les deseamos todo el éxito. ¡Suerte!.
Ariel Biagetti estuvo, este jueves (4), en Médanos hablando sobre comunicación, a propósito del Día del Periodista. Lo hizo ante representantes de instituciones (entes públicos y entidades privadas), primero. Y con funcionarios, después. Ahora, dicen, vendrá el festejo para los periodistas, que será en Algarrobo, el sábado 13, con fútbol en el inicio de la jornada; y con almuerzo después. ¡Que lo pasen muy bien!.
¡Ah!. Estamos en las vísperas del Día del Periodista. Saludamos a todos quienes ejercen esa función en Villarino: los nuevos y los viejos; no importa qué piensen y qué digan, mientras lo hagan con respeto por las opiniones de los demás. ¡Felicidades!.