Un acto pleno de emoción en Mayor Buratovich. Discursos que condensaron lo valioso de esa gran obra para la educación.
El intendente municipal, doctor Carlos Bevilacqua, inauguró, este lunes (24), la Escuela de Educación Secundaria Técnica Número 1 en
Mayor Buratovich, la primera escuela de esas características en Villarino.
Desde 2015, el
jefe comunal y su equipo habían comenzado las gestiones para reanudar esta obra
que se encontraba paralizada y sin financiación.
Se trata de un
edificio de más de 1000 metros cuadrados, equipado con 4 aulas, 3 talleres, SUM,
biblioteca y sala multimedia, dirección, administración, depósitos, comedor y
sanitarios para docentes y alumnos.
“Desde que
asumimos empezamos a trabajar en este proyecto; formamos equipos; gestionamos
con la sociedad y con las instituciones hasta que se logró hacer realidad este
sueño que es para el bienestar de nuestros chicos y de todos los vecinos”
fueron las palabras del intendente, durante el discurso inaugural. “Hay otros
que tienen una idea y la prometen año tras año; nosotros nos ponemos a trabajar
y lo hacemos realidad”, recalcó.
Si bien
la E.E.S.T. Número 1 tuvo sus inicios hace algunos años, y recientemente
egresaron sus primeros alumnos, la institución nunca tuvo su propio edificio.
Brindaba sus clases en aulas prestadas por la E.E.M. Número 2, la E.E.P. Número 35 y el
Centro de Formación Profesional de Mayor Buratovich.
Su matrícula
actual ronda los 88 estudiantes y se espera que con las nuevas instalaciones
este número llegue a triplicarse, y se pueda incrementar la oferta de enseñanza
de oficios para la población de Villarino.
El espacio donde
se construyó fue donado por la Cooperativa Eléctrica de Mayor Buratovich,
entidad que muchos años atrás había proyectado (e inició en el lugar una parte
de la estructura) la construcción de un hotel.
Durante el
emotivo acto inaugural, también se dirigieron a los presentes el director de la
E.E.S.T. Número 1, Milton Leites; la inspectora regional de Educación, Celeste
Veiga; la secretaria de Obras Públicas del municipio, ingeniera Valeria Miguel;
el director de la UGM Mayor Buratovich, Ariel Scorolli; y el responsable
ejecutivo nacional de Programas con Financiamiento Externo, ingeniero Hernán
Villalba.
Acompañaron la
ceremonia, la inspectora jefe distrital de Educación, Flavia Stalldecker; la diputada
provincial María Fernanda Bevilacqua; el presidente del Honorable Concejo
Deliberante, Omar Promenzio; autoridades educativas; concejales; consejeros
escolares, funcionarios municipales; representantes de la Cooperativa Eléctrica
de Mayor Buratovich; el presbítero Javier Di Benedetto; veteranos de Malvinas;
alumnos; vecinos e instituciones locales.
Nota del editor
Fría la mañana, este lunes (24).
Pero el acontecimiento que se iba a vivir en Mayor
Buratovich no admitía excusas climáticas ni de ningún otro orden.
Así lo entendieron todos aquellos que, por una razón u otra,
han tenido o tienen que ver con la Escuela de Educación Secundaria Técnica
Número 1. Y por ello, más allá de las 11, el salón de actos apareció colmado.
Cuarenta y cinco minutos después, comenzó el acto, tan
esperado por todos.
Y fue, realmente, una fiesta plena de emociones, que se
traslucieron en los discursos (7 en total), como innegable muestra de cuanto
significa, para “Burato”; la zona sur; y todo Villarino.
Es que todos, sin distinción, han comprendido el inmenso
valor que, en tiempos como éstos, tiene la educación técnica.
También, se ha hecho carne en la gente cuánto esfuerzo ha
demandado llegar a la realidad del monumental edificio que, para la escuela,
está disponible ya, superados los momentos en que parecía toda una utopía.
Tras el himno, el mensaje –por cierto muy elocuente – del
presbítero Javier Di Benedetto, templó los ánimos.
Podríamos decir que nunca,
en muchos años haciendo lo nuestro, habíamos escuchado una introducción tan
valiosa, como la que antecedió a la
bendición propiamente dicha impartida por el sacerdote.
Javier apeló al relato de alguna experiencia personal, para
llegar a citar (dirigiéndose especialmente a los alumnos de la escuela) la
necesidad de un compromiso, cuando aludió a “apertura y acompañamiento”, como
dos alternativas de un protagonismo que todos (alumnos y mayores) deben tener
en el presente y en el futuro.
En los discursos, se puso énfasis en las etapas cumplidas
para que el edificio de la Escuela Técnica sea algo palpable ya. Y hubo no
pocas menciones de agradecimiento.
Llamó la atención la emoción con la que habló el director de
la escuela, Milton Leites, quien usó algún “machete” para no olvidar ningún
reconocimiento. También el delegado, Ariel Scorolli, no ocultó lo que sentía al
expresar sus palabras.
Disfónico, según dijo, fue breve esta vez el mensaje del
intendente Bevilacqua.
Los 45 minutos de duración pasaron como un flash. Y hubo
satisfacción por lo logrado, que es lo importante. Fue un verdadero placer haber estado allí.
LOS AUDIOS DE UN MOMENTO TRASCENDENTE