A 131 años del nacimiento
del Lirio de la Patagonia.
Cientos de
personas se acercaron, este último fin de semana de agosto, a Pedro Luro, para festejar un nuevo
aniversario del nacimiento de Ceferino Namuncurá y los diez años de su
beatificación.
Organizado por el
Grupo Ceferiniano de Pedro Luro y con el acompañamiento del Municipio de
Villarino, se realizaron distintas actividades al aire libre el sábado (26), en
el Barrio 11 de Septiembre; y el domingo 27 en Fortín Mercedes.
La jornada tuvo juegos infantiles, a cargo del Batallón de Exploradores Número 45 Padre Nicolás Marino; castillos inflables; sorteos y una merienda, cortesía del Grupo Ceferiniano.
Además, se
hizo una peregrinación hacia el Santuario de Fortín Mercedes y la
Peña Muruhuén se lució con un baile tradicional para los asistentes.
Nota
del editor
“El beato Ceferino
Namuncurá Burgos (Chimpay, 26 de agosto de 1886 -
Roma, 11 de mayo de 1905) fue un
joven salesiano argentino aspirante al sacerdocio, de
orígenes mapuches. El apellido Namuncurá (mapudungun: 'pie de piedra',
de namun, pie, y curá, piedra) significa ‘alguien firme, decidido’”.
Lo
que hemos transcripto es el cabezal del sitio que Wikipedia dedica al Lirio de
la Patagonia.
A
propósito de las fechas, y aunque esto pueda suponer algo opinable, creemos
oportuno señalar que, si bien es cierto es muy importante evocar el nacimiento
del beato, tan trascendente, o quizás un poco más, es tener presente la fecha
de su partida hacia el cielo (11 de mayo).
Es
altamente valorable aquello que, año tras año, hace el Grupo Ceferiniano, que
encabeza, con entusiasmo notorio, “Tati” Canosa.
No
podemos olvidar, aun así, el 11 de mayo. Años atrás, 2005, se promovió una
peregrinación coincidente con el centenario del fallecimiento de Ceferino. Fue
una concentración multitudinaria, como para traer a la memoria las que, por
décadas, convocaron a la gran familia salesiana, a principios de noviembre.
En el Santuario
de María Auxiliadora, en Fortín Mercedes, descansaron los restos de
Ceferino, y allí sus devotos, por
cientos y a través de todos los tiempos, se acercaron para venerar su recuerdo.
Todos los puntos de referencia son importantes, aunque Ceferino descanse, desde
hace años, en las cercanías de Junín de los Andes.