Este miércoles (14), la intendenta, fue reconocida por el gobernador junto a otras 9 mujeres de Villarino. En un homenaje especial, llevado a cabo en la Casa de Gobierno, Scioli reconoció a distintas mujeres de la provincia de Buenos Aires, entre las que se destacó Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.
“Reconocer a estas mujeres que sacan tiempo a su familia y a su trabajo, y lo vuelcan en organizaciones de la sociedad civil constituye un aporte a las políticas de Estado, a darle sustentabilidad a la provincia”, dijo Scioli junto a unos treinta intendentes y parte de su gabinete.
Por Villarino, fueron reconocidas personalidades femeninas de distinta procedencia: Elida Leguizamón, Nélida Torres, Mirta Montserrat y Estela Gutiérrez reconocidas por su labor comunitaria; además de Mary Drome, Eva Nievas y Adriana Piattoni, por su trayectoria política.
También se reconoció especialmente a Inocencia Schwenzel de Esker, primera mujer concejal del distrito y a la doctora Liliana Payva, con un reconocimiento post mortem a su trayectoria política dentro del radicalismo de Villarino.
Nota del editor
Hemos dado a conocer la información difundida, este jueves (15), por la Dirección de Comunicación y Medios de la Municipalidad de Villarino.
Nos parece sumamente interesante que se haya distinguido a mujeres del distrito, en el conjunto de 284 que fueron reconocidas, según indicó la reseña oficial desde Gobernación.
No vamos a formular, por supuesto, juicio de valor en torno de los méritos, de suyo con sustento en la comunidad de la que han emergido las mujeres reconocidas. No nos compete, pese a que no pocas veces entregamos los recordados “Premios Cruz del Sur”, en Villarino.
Además, nos reservamos cierto derecho, habida cuenta de que, ya desde antes del 23 de octubre de 2011, desde ciertos ámbitos del movimiento ahora gobernante se ha establecido alguna costumbre de juzgar nuestros dichos en redes sociales, aunque cuidándose bien, en no pocos casos (no todos, y lo aclaramos) de mantener un anonimato que quita identidad y seriedad a la crítica. Nosotros la afrontamos con nombre y apellido, porque desde hace más de cuatro décadas DIARIO VILLARINO no escapó al criterio de identificar plenamente sus dichos; y sostenerlos, como corresponde.
Queremos citar, porque es un compromiso nacido de aquellas amistades que felizmente son perdurables (aunque se hayan gestado en el debate por posiciones encontradas en muchos temas) el caso especialísimo de Liliana Payva de Novo, que distinguió al Honorable Concejo Deliberante de Villarino cuando lo integró, con probada capacidad y denodado esfuerzo, además de una idoneidad digna de elogio.
Hay testigos, muchos, de no pocas pujas mantenidas, antes o después de sesiones del cuerpo parlamentario. Pero que se extendían en el tiempo, según fueran los temas; y se aclaraban, con respeto total a las buenas costumbres, que no excluyen el disenso.
Las páginas del DIARIO VILLARINO de entonces reflejaron no pocas controversias y polémicas. También, la resultante (conclusiones) después de esclarecer, lealmente, cada tema.
Esas mismas páginas reflejaron el sentimiento experimentado en aquel tiempo en que Liliana, tempranamente, dejó este “valle de lágrimas”. Quedó su ejemplo, su testimonio.
Quizás, por eso, no habrá sido poca la emoción que han vivido Lucrecia y Patricia, cuando les tocó recibir, en La Plata, el reconocimiento destinado, pos mortem, a su mamá.
Se nos ocurre decir que el trabajo comunitario de Liliana excedió el marco de su militancia radical. Sabemos que en algún rincón todavía luce el simbólico premio que alguna vez le otorgamos, humildemente. Todo lo demás, lo reservamos a la intimidad de una amistad que Miguelo, Lucrecia, Olegario y Patricia, como así Lito y Ethel, conocen muy bien.