Más de la política lugareña de Villarino, de cara a octubre 2011.
Que la política de estos días es cambiante parece, casi, una verdad de Perogrullo. Que simultáneamente, en medio de las convulsiones disimuladas bajo una aparente calma (que presagia tempestades y muchas), hay gente que quiere sacar ventaja (aquella de “a río revuelto ganancia de pescadores”), es, por cierto algo innegable.
No sólo están anotados los ya sabidos (ver “Política al día del Pago Chico” y algún apéndice más de los entretelones), sino que en las últimas horas se ha divulgado, en los mentideros, alguna otra alternativa, que deja margen para ciertas especulaciones, aunque no pasen de “ensuciar la cancha”, utilizando algún término más afín al lenguaje futbolístico que a otra cosa.
Por un lado, aunque data de días de la reciente Semana Santa, se habla de una reunión cumplida en Hilario Ascasubi (se la ubica como hecha en la residencia de la actual edil Patricia Cobello), de la que habría emergido un acta o declaración por demás reveladora.
A estar de la versión que circula en los “corrillos” (abonada además por cierta ostentación impropia del documento firmado), se habría gestado otra boleta (¿puede ser acaso algo más que eso?) de cara a las “primarias” del 14 de agosto.
Sergio Damiani como postulante a intendente; Fabricio Stefanelli, aspirante a primer edil; y Patricia Cobello, candidata a concejal en segundo término, serían el eje de una propuesta que terciaría en la disputa de lo que se rotula como Frente para la Victoria/Partido Justicialista.
Esa repentina exteriorización habría traído ya algunas consecuencias, bien es cierto que no demasiado manifiestas. Es que casi simultáneamente, en Médanos, habrían estado reunidos el presidente del consejo partidario, Carlos Santos Concetti; y el precandidato a intendente, Luis Antoniuk, presidente del honorable Concejo Deliberante, lo que estaría acentuando los distanciamientos que caracterizan al movimiento que es oficialismo a niveles provincial y nacional, pero que no lo es (aunque pretenda serlo) en el ámbito distrital.
No es lo único que “se teje” por estas horas. Aquello que ya señaláramos como probable, como es la pretensión del ex diputado provincial, que fuera intendente y que, reelecto, dejó su mandato a mitad de camino; y por si fuera poco intentó volver a Moreno 41 de Médanos dos años después, con un rotundo fracaso electoral, está camino a convertirse en una opción más, de cara al 14 de agosto; aunque de muy difícil (o casi nula) proyección hacia el 23 de octubre.
Sí!, tal cual los lectores pueden imaginar, se trata de la aspiración del hombre de Médanos (60 años hoy en día), de “volver a ser”, aunque el consenso general le haya dado un rotundo ¡no! en el 2007. Hizo sondeos, que según algunos no han ido más allá que algún círculo familiar, habida cuenta del negativo eco que una postulación de ese tipo generaría.
Bastaría repasar algunas alternativas “incumplidas” (no sólo que como legislador “nada trajo”), para dar certeza de una nueva equivocación, que nace de aquel pensamiento, tan adentrado en los políticos, sobre que se los elige una vez y es para siempre que deben ocupar cargos.
No es así, aunque algunos se empeñen, con soberbia, en suponerlo. Recordemos: la trochita (circuló apenas 50 metros en la Fiesta del Ajo 2005); presencia israelí fallida (para el sistema de riego en Villarino Norte desde el río Ccolorado); agencia de desarrollo (sólo hubo un lanzamiento y nada más); la “reconversión de las quintas ociosas” de Médanos (dando un par de gallinas; una oveja; y algunas herramientas a quienes quisieran trabajarlas); el perfil turístico (nunca siquiera alentado con medidas efectivas); y el “hospitaliito” (anunciado en septiembre 2005, sobre la base del CAPS, para suplir al hospital subzonal de Médanos). Fueron temas recurrentes de discursos y ninguna acción efectiva.
Como si todo eso fuera poco, deberían tenerse en cuenta los cíclicos desaciertos que jalonaron el ingreso a la era de la Policía Comunal: tres subsecretarios en poco tiempo (uno de ellos ni siquiera alcanzó a asumir) dijeron a las claras de cómo la cosa se debatió entre una crónica ojeriza contra la fuerza de seguridad y una manifiesta incapacidad para resolver, en la práctica, aquello que por otro lado se criticaba.
Este anecdotario debe servir, cuanto menos, para alertar sobre lo negativo de un retorno. Es que subconsciente, que subyace en la intimidad de cada ciudadano, puede traicionar la mejor buena voluntad, a la hora de ejercer el derecho del voto. Nunca estará de más, tener presente el pasado, para sacar alguna enseñanza respecto del futuro distrital. Si segundas partes no fueron buenas, ¿habría de serlo acaso una tercera?. ¡Memoria!, hace falta, solamente, al mejor estilo de “Chiche” Gelblung.
Y para cerrar, esto que aparece sólo como mayor abundamiento por encima de cosas ya dichas, bien vale la pena tener en cuenta una observación que hacen los observadores: un eventual candidato, surgido del encuentro de Ascasubi, no habría desechado contactos con el ejecutivo de turno (por si acaso). Y la perspectiva de un cargo en el gabinete sería también un objetivo paralelo a la postulación como jefe de gobierno.
¿Puede acaso entenderse que las cosas sean así?. Estamos en el 2011 y la política (arte de convertir en viable aquello que a ojos vista para imposible) tiene variables insospechadas, muy a tono con los tiempos que corren. Y, fundamentalmente, de las apetencias personales que son un sello, como aquel que se usaba en los tiempos del antiquísimo lacre.