Fiel a una costumbre, este miércoles (6), el Honorable
Concejo Deliberante empezó su “cita quincenal” casi dos horas y media después
de la convocatoria. En rigor, a las 12.35, cuando la labor parlamentaria debía
comenzar (puntualmente) a la hora 10.
Resta una sola sesión ordinaria del período (la del
miércoles 20), pero la lección sigue si aprenderse.
Esta vez, faltó Jorge Veremenchik (AxV); y los del nuevo
bloque –Alejandra Garayeta y Orestes Villalba, de Juntos Cambiemos Villarino–
se levantaron y se fueron antes, urgidos por la demora.
Cuando terminó la cosa, eran nada más y nada menos que las
14.17.
Mal ejemplo, para dos presencias anticipadas –las de
Virginia Fornasier y Natalia Kunusch, ediles electas por AxV– quienes se
acercaron para “ir viendo” cómo funciona el cuerpo parlamentario, antes de
asumir sus bancas el mes que viene.
Observando desde afuera el devenir (y que no se corrijan
defectos absolutamente perceptibles), bien vale aferrarse a la idea de qué (las
visitantes) tomen nota sobre lo que no debe hacerse y sí de cómo es la manera
de modificar situaciones que conspiran contra un mejor desarrollo de cada una
de las sesiones.
No es descabellado suponer que, para eso, deben aprovecharse
los miércoles intermedios, los de “comisiones”, y no dejar todo para un “labor
parlamentaria” de pocos visibles aportes positivos para lo que viene después.
Más breve que las de Natalia y Virginia, fue la “visita” de
Ariel Scorolli, concejal en uso de licencia y director delegado de la Unidad de
Gestión Municipal de Mayor Buratovich. ¿Se le animará a una porción de acción
legislativa o sólo fue para invitar para los “50” de este viernes (8) o el
“corderito” del lunes (11)?.
DIGNO DE MEJOR APROVECHAMIENTO
Lo visto y oído entra, una vez más, en el espacio mal
aprovechado de cada quincena.
Por mucho que se lo intente (y hemos hablado de eso hasta el
hartazgo), no alcanza a entenderse para qué está “labor parlamentaria”, de
clima distendido, como guardándose “el cuchillo bajo el poncho” para lo
siguiente, dicho esto como frase común y no tanto real, porque las chicanas
posteriores no se sabe si son expresiones reales o sólo propias de las acciones
políticas que bordean la instancia posterior a una elección como la del pasado
27 de octubre.
Hubo, sí, esta vez, algún intercambio de flores, en el
comienzo, cuando Ignacio Dallavía, en nombre del bloque de Unidad Ciudadana /
Partido Justicialista, tuvo palabras de reconocimiento hacia los ganadores de
la instancia electoral del pasado 27 de octubre y dio un optimista mensaje
pensando en la proyección de futuro con vistas al 2020. Tuvo la adhesión de
Orestes Villalba (Juntos Cambiemos Villarino), primero; y de Antonio Cassataro, jefe de la bancada verde,
después.
Luego, ya en el tratamiento de los asuntos contemplados en
el orden del día, todo se “descarriló” y abundaron los diálogos, más bien relacionados
con las facturas que se pasaron, especialmente, los ediles del oficialismo
verde y los integrantes del bloque UC/PJ.
Menudearon los cuartos intermedios; el rechazo a alguna
votación nominal para llegar a aprobar tablas; y algunos despachos por los
cuales se da curso a pedidos de declarar de interés municipal a ciertos
eventos.
Para hacer un tanto más clara la definición de los temas más
“urticantes” (si se quiere llamarlos así), consultamos, al final del encuentro
legislativo, al titular del bloque oficialista (Antonio) Cassataro, quien esto
nos dijo:
Reconocimientos por el triunfo en las elecciones
y augurios por un buen futuro político.