La costumbre no es de ahora. Se remonta a no poco tiempo atrás. Y adquirió mayor virulencia a partir de la generación, allá por el 2004, cuando cobró cuerpo la instrumentación de la Policía Comunal.
Se recordará que, consecuentemente, se creó el área municipal de Seguridad, ausente hasta esos momentos de la estructura de funcionamiento distrital.
Fue entonces que un ex-jefe policial aspiró, vanamente, a ser el funcionario a cargo de lo que se instaló como subsecretaria en el municipio de Villarino, uno de los primeros en asumir la responsabilidad de la PC.
No fue el elegido para el cargo y a partir de allí menudearon las denuncias, acentuadas allá por la Primavera del 2005.
El hombre, que intentó en alguna ocasión llegar a la intendencia, presentándose como candidato (sin eco popular, claro está), siguió en su postura y aún por estos tiempos insiste, cargando las tintas sobre funcionarios policiales y municipales, fundamentalmente en declaraciones efectistas, por los medios.
Pero hay un pequeño detalle: raramente, pese a sus reiteradas visitas a fiscalía, parece dejar testimonio por escrito sobre sus acusaciones. Le pedimos, circunstancialmente, que nos suministrara copia de una nueva incursión en esa materia. Vaya a saber por qué razón, todavía seguimos esperando. ¿Y…?.