Habría
PASO en lo que queda del Cambiemos distrital. Hay quienes no están de acuerdo,
en la UCR, con arreglos de cúpula.
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Radicales con Karina Banfi en Hilario Ascasubi (Foto gentileza de Pedro Stefanazzi) |
El
largo feriado de Semana Santa (el primero de los días no laborables coincide
con el aniversario de la fundación de Médanos) abrirá, seguramente, una pausa
en el devenir político de este 2017, año netamente electoral, por mucho que se
diga que es prematuro hablar de candidaturas.
Sin
embargo, los especialistas, desde siempre, en materia de internas, piensan en
eso. Es una obviedad que estamos refiriéndonos a la Unión Cívica Radical,
integrante, tras las elecciones el 2015, del
espacio que se rotula como Cambiemos.
En
rigor, esa denominación aparece hoy en día como algo un poco más abstracto que
su nombre de fantasía. Esto, aunque hace
pocas horas el comité local recibió la visita de la diputada nacional Karina
Banfi, justamente alineada en la fuerza amarilla que está virtualmente
desaparecida por aquí.
¿A
qué viene esto?. Se sabe que Cambiemos es una suerte de alianza que, en el
orden nacional y provincial alcanzó el liderazgo que le permitió asumir la
presidencia de la Nación (Mauricio Macri) y la gobernación de Buenos Aires
(María Eugenia Vidal).
Sin
embargo, en el plano distrital, ocupó la tercera posición en las últimas
elecciones generales, no obstante lo cual alcanzó a “meter” dos bancas en el
Honorable Concejo Deliberante, con mandato hasta el 2019, ocupadas por Juan
Cruz Vidal (jefe del bloque); y Orestes Villalba (ahora presidente del HCD).
No
obstante, se sabe, hace rato que no hay un bloque común en el cuerpo
parlamentario. No tardó mucho en evidenciarse chisporroteos entre los dos
ediles, hasta llegar a una virtual separación, perceptible en opiniones
dispares sobre diversos temas.
El
quiebre se acrecentó cuando Vidal (con la mirada puesta en el 2019) decidió
dejar el bloque y generar así la banca unipersonal de Integración Vecinalista.
¿Qué
queda, entonces, de Cambiemos?. Villalba ocupa la titulridad del concejo y,
además, se lo identifica con el Pro. Si de la conjunción se trata, tampoco se
ha dado en el retorno de Luciano Peretto quien, al dejar la presidencia, volvió
a su banca como UCR (fuerza por la cual fue elegido en el 2013).
Así
las cosas, la perspectiva indica que, en agosto, confrontarían dos candidatos
en las PASO. Por un lado, el doctor Rodolfo Barrios, a quienb se identifica con
la línea que en el ámbito de la “sexta” responde un tanto a Nidia Moirano y/o Santiago Nardelli.
En
el otro extremo, la conducción radical, en manos de César Aldunate, ya habría
optado, entre “gallos y medianoche” (o lo que es igual en acuerdo de unos
pocos), por cumplir un compromiso que dataría de la previa a los comicios de
dos años atrás.
Por ese entonces, reapareció políticamente el “no electo 2005”.
No fue candidato en ese entonces pero está claro, y nadie se animaría a
negarlo, “cambió figuritas”, marcando su pretensión de ser primero de la lista
para concejales en este 2017.
No
es extraño, por eso, que la agenda de la diputada Banfi incluyera, el pasado
sábado (8), su presencia en Hilario Ascasubi. Allí, dijeron fuentes confiables,
fue recibida por quien aparece como postulante para agosto y/o para octubre,
según haya o no puja, con Barrios, en las primarias abiertas, simultáneas y
obligatorias.
Lo
que nadie dice, aunque se conozca eso en los “corrillos y mentideros” de la
política lugareña, respecto de la candidatura radical para esas instancias, es que ya ha generado opiniones contrarias. Se las ubica en Algarrobo y, en buena
medida, también en Pedro Luro.
Pero
hay más, y no es desdeñable. En la Juventud Radical, la predilección de los
“mandamases”, habría originado ya las renuncias de Ayelén Scarabotti
(presidenta); y Omar Rollhauser (secretario) del comité de la juventud, que
habían asumido sus cargos sobre fines del año anterior.
Equivale
a decir que no todas son rosas en el camino de los radicales; mucho menos en lo
que, si quiere insistirse, podría seguir siendo el espacio amarillo.