El municipio de Villarino, a través de la Subsecretaría de Salud, informó a la población que “con fecha del 26 de enero, se presenta a consulta en una clínica veterinaria local de Mayor Buratovich, un canino hembra de aproximadamente tres meses de edad, sin calendario de vacunas aplicado. El mismo cursaba un cuadro sintomatológico, que al profesional veterinario actuante le hace sospechar inmediatamente de rabia. El animal fallece ese mismo día, como consecuencia de su cuadro clínico”.
Añadió que “por indicación profesional, se diligencia rápidamente el envío de la muestra al laboratorio de Zoonosis Urbanas, dependiente de la Dirección de Medicina Preventiva del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires”.
Simultáneamente, se dijo, “sin demora, se pusieron en funcionamiento las acciones de control de foco, actividad coordinada entre el municipio, la Región Sanitaria I y la División de Zoonosis Rurales de Azul. Se vacunaron todos los contactos humanos y se aislaron los contactos animales. Se realizó la investigación epidemiológica y se siguieron, desde el nivel local, los pasos indicados en el “Manual de Normas y Procedimientos para la Vigilancia, Prevención y Control de la Rabia”, siempre acompañados por la supervisión de los especialistas del Nivel Central (Ministerio de Salud, Región Sanitaria I y División de Zoonosis)”.
Se puntualizó luego que “el día 3 de febrero el resultado de laboratorio en el animal remitido a estudio es Positivo (+) a rabia. Se continúan las acciones iniciadas oportunamente y se iniciará la campaña de vacunación antirrábica animal (perros y gatos) en la localidad de Mayor Buratovich, iniciándose el día miércoles 8 de febrero”.
RECOMENDACIONES
Se recomienda a la población vacunar o revacunar a sus animales contra la rabia. La vacunación está indicada desde los tres meses de edad de los animales y la revacunación es anual.
No deje a su perro suelto en la vía pública. Consulte siempre en caso de mordeduras.
Ante cualquier duda consulte a las autoridades sanitarias del municipio.
CARACTERÍSTICAS DE LA RABIA HUMANA ANIMAL
La rabia es una encefalomielitis vírica aguda e incurable; los síntomas clásicos en el humano incluyen manifestaciones de hiperexitabilidad creciente, con fiebre, delirios y espasmos musculares involuntarios generalizados y/o convulsiones que evolucionan a un cuadro de parálisis con alteraciones cardiorrespiratorias, presentación de coma y evolución al óbito en un período de 5 a 7 días.
Agente infeccioso: Virus de la rabia (familia Rhabdoviridae, género Lyssavirus).
Reservorio: en el ciclo urbano los principales reservorios y fuentes de infección son los perros y los gatos Existen otros reservorios silvestres (cánidos salvajes y vampiros y murciélagos frugívoros e insectívoros)
Modo de transmisión: la rabia se transmite por la inoculación de virus contenido en la saliva de un animal infectado principalmente por mordedura y más raramente por rasguño o lamido de mucosas. En América Latina es común la transmisión de vampiros y murciélagos insectívoros infectados a los animales domésticos y al hombre.
Período de incubación: Muy variable. Por lo general de 3 a 8 semanas y rara vez hasta 7 años, con una media de 45 días en el hombre y 10 días a 2 meses en el perro. El período de incubación está estrechamente ligado a localización y gravedad de la mordedura, arañazo, etcétera, del animal infectado, proximidad de troncos nerviosos, distancia al cerebro y cantidad de partículas virales inoculadas.
Período de transmisibilidad: En perros y gatos la eliminación del virus por saliva comienza 2 a 5 días antes de aparecer los síntomas clínicos y persiste durante toda la evolución de la enfermedad. La muerte del animal ocurre en una media de 5 a 7 días posteriores a la aparición de síntomas. Estudios realizados en murciélagos demuestran que podrían albergar virus por largos períodos sin sintomatología.
Medidas preventivas: La rabia humana se previene eficazmente mediante el manejo adecuado de las heridas, la administración de vacuna y, en situaciones precisas, la gammaglobulina específica. Sin estas medidas, puede tener lugar la infección y enfermedad. Esta no tiene tratamiento útil y debe considerarse uniformemente letal.
Teniendo en cuenta estos considerandos, se recuerda que:
Debe evitarse la importación de animales de compañía sin cumplir con los requisitos en vigor para tal fin.
Los animales de compañía no vacunados contra la rabia y que hubiesen sido recogidos de la vía pública, pueden ser potenciales transmisores para el ser humano.
Se debe vacunar los animales de compañía con la vacuna antirrábica una vez al año de por vida.
Se debe evitar el contacto de las mascotas con animales sueltos abandonados.
En caso de accidentes por mordedura (en especial, pero no en forma excluyente, con perros, gatos, murciélagos o animales silvestres) debe consultarse al médico en forma inmediata para que, según surja de cada situación, se proceda a la administración del tratamiento adecuado.