Como en las demás inacciones del desgobierno nacional de los Fernández.
Censo presencial cumplido, a tres horas del comienzo de la
jornada.
La cencista había seguido de largo, dejando mi casa sin
siquiera tocar timbre, cuando está a unos 30 metros mínimos del nivel de calle,
y con las rejas abiertas para que se visualice la vivienda.
Dijo estar iniciando la tarea, casi tres horas después (cuatro
en rigor porque debió presentarse a las 7 de la mañana), con carencia de los
insumos necesarios.
Admitió (algo que no hicieron los “portavoces” ayer) que en la víspera la página del censo estuvo caída; y suministró un código de 5 dígitos, cuando debían ser 6, lo que impidió, en caso de ser necesario para continuar, usarlo como estaba indicado.
La falencia, comprobación propia, siguió sin poder ser
utilizada, en la madrugada de este miércoles (18), hecho comprobado personal a
las 04.00 AM y hasta la hora 05.00.
Salvo la estampilla, colocada en la puerta, no se recibe ningún comprobante de haber cumplido con el mero trámite exigido, cuyos datos utilizará el “desgobierno nacional” en lo que le resta de su “mandato” incumplido. O sea, sólo un feriado más, para quienes pudieron comprar ayer alguna “tira para asar”, esperando ver a Racing esta noche, ante el Melgar.
