Fue, este lunes (29), en Juan
Cousté y en Médanos.
La intendenta, doctora
Patricia Cobello, inauguró, este lunes (29), dos Polos Productivos en las localidades de Juan Cousté
y Médanos, en el marco del programa nacional Argentina Trabaja,
que es impulsado por el Ministerio de Desarrollo Social del la Nación.
Los actos oficiales contaron
con la presencia de Abel Rap,
subsecretario de DDHH y Desarrollo Social; y Daniel Marchegiani,
capacitador y jefe de ambos polos.
Estuvieron (los vimos en el
acto de Médanos), entre otros, los secretarios de Gobierno, Luis Antoniuk; de
Gestión Pública, Pierino Bevilacqua; y de Desarrollo Económico, Emmanuel
Stefanelli, como así también los directores de Compras, Ignacio Dallavía; de
Rentas Municipales, Fabián Ponce; de Cultura, Leonardo Poblete; y de Secretaría Privada, Fabela Arranz.
EN JUAN COUSTÉ
Con la presencia de la
delegada local, Margarita Graciela Calfupán, quedó inaugurado el Polo
Productivo Juan Cousté, que consta de una planta de fabricación de
baldosas de hormigón de 40 por 40 centímetros , cuyas maquinarias fueron adquiridas
con fondos nacionales y el espacio físico cedido por el municipio
(ex Delegación Municipal).
Tiene una capacidad de
producción de 30
metros cuadrados diarios de baldosas. En ella trabajarán nueve
operarios de la
Cooperativa de Trabajo La Algarrobense que, de acuerdo a
lo estipulado por dicho plan, fueron capacitados previamente y
cumplirán jornadas laborales de 4 horas diarias.
Lo producido será utilizado en
plazas y veredas de las localidades del partido, pudiendo
comercializarse en un futuro a través de la Cooperativa de Trabajo.
EN MÉDANOS
Se instaló una hormigonera
vertical con su correspondiente cinta transportadora y la
alternativa de dos máquinas para la fabricación de bloques de pared maquinados de
gran resistencia de 15 centímetros; y adoquines para pavimento articulado,
respectivamente.
La fábrica se encuentra
emplazada en el espacio del ex matadero municipal y en ella trabajan
12 personas de la Cooperativa de Trabajo Limitada Ave Fénix. Se estima
que tendrá una fabricación inicial de 70 metros cuadrados de adoquines
por día (cada metro cuadrado esta compuesto por 36 adoquines). Ya se realizaron
muestreos previos y se encuentra en la etapa de industrialización del sistema
para lograr su continuidad en el tiempo.
Nota del editor
Hay algunas veces en que lo
aparentemente más sencillo (quizás no sea ésta la mejor forma de definirlo)
para a ser mucho más significativo que lo esperado.
Fuimos, este lunes (29), hasta
las instalaciones de lo que alguna vez fue el Matadero Municipal (ex, ahora,
por supuesto), un poco “al fondo”, a la izquierda, de la calle Godoy Cruz.
Orillaba el mediodía, con la
canícula encima por la hora, pero con augurio de lluvia, muy deseada, a la
vista del humo que parecía provenir de la zona sur del distrito, por los
incendios de campos que, otra vez (como en el verano pasado), intentan
arruinarle las fiestas a productores, y sacar a los Bomberos Voluntarios de sus
hogares, para luchar contra siniestros implacables.
Sin embargo, cuando las nubes
cerradas anticipaban agua (casi como una ironía en la ciudad cabecera), nos
encontramos con un clima casi impensado. Andando hacia el lugar de la cita,
habíamos dialogado con Enrique Eduardo Sosa (conductor de la TV de los
miércoles por el cable, además de agente noticioso de un matutino regional que
no "nos simpatiza”, el medio, pese a haber estado en él por espacio de 15 años en la
lejana juventud), circunstancial acompañante, sobre los pro y los contra de eso
a lo que se presentó como ”polo productivo”, acepción "aggiornada", si cabe, de
las cooperativas de trabajo.
Habíamos discurrido
brevemente, durante el trayecto, sobre dónde está lo positivo y cuál puede ser
la contrapartida en emprendimientos de esa naturaleza.
Extrañamente, nos encontramos
–y quizás “Henry” comparta la estimación– con un clima de valoración inusual,
no sólo de algunos propios y otros ajenos, sobre lo que sucedería en momentos,
no mucho más, tras la llegada de la intendenta municipal, Patricia Cobello.
Más allá de que el “corte de
cintas” se hizo al revés de lo que indica la práctica protocolar (¿qué pasó,
Gabriela que fue así?), cuando todo señala que esa instancia se cumple
“desde afuera”, todo fue transcurriendo como para dar sentido, y un poco más, a
haber hecho unos cuantos kilómetros para estar presentes (en nuestro caso).
Muy llevadero en los discursos
(Daniel Marchegiani, Abel Rap y la propia Patricia, en ese orden), todo fue una
síntesis del espíritu de confianza que inspira la inauguración, acto formal
para algo que ya está armado y que sólo aguarda “poner manos al trabajo” y
transitar un camino de prometedora proyección.
Seguramente, el tiempo irá
confirmando, “paso a paso” (definición académica del “Mostaza” para el tiempo
que vendrá) un pronóstico enmarcado en la esperanza.
Iniciar el nuevo año con un
emprendimiento totalmente instalado y listo para la tarea, no es poca cosa para
la época que vivimos, saturada de agoreros.
Si el movimiento se demuestra
andando, para muestra basta un botón, o una porción de pavimento articulado,
ese que distinguirá a calles de los pueblos. Y no será lo único, porque la
bloquera está a la vista y eso también aportará soluciones.
Bienvenido sea, este grato
episodio (¿coincidirá Sosa con nuestra apreciación?). Punto final.