Trayendo el pasado hacia el
presente, pensando en el futuro.
Es bueno, de tanto en tanto, ubicarse en los antecedentes.
Lo hicimos, muy casualmente, a propósito de la búsqueda de algún dato, no siempre presente en las crónicas del “día por día”, que obligan a tener presente la memoria, que no nos falta, pero que va empalideciendo con el paso de los años.
Aun así, recordamos dos tiempos, que no se nos escapan.
Hace años, los “hermanitos” de apellido Bevilacqua, nos pidieron “bosquejar” el retorno de DIARIO VILLARINO (papel), para ser ellos los “promotores” de la vuelta del periódico que ha hecho época, sin ellos, claro está.
Dudando, por conocer el paño, no obstante, buscamos la info. Y les planteamos cómo sería la cosa. Fue en un café céntrico de Bahía Blanca. Y nunca más hablaron.
Andando el tiempo, en el 2011, uno de ellos, intentó formular una propuesta, usando para ello los oficios de nuestro recordado amigo Claudio Caraballo, hombre confiable, si los hubo, con abstracción de colores políticos.
Perdieron y “sanseacabó”, aunque como daban por segura la intendencia bahiense para el mayor de los hermanitos (porque el electo Breitenstein se iría a un ministerio, quedó flotando otra promesa incumplida. Y así fue. Incluso con una excusa de no creer por parte del “lugareño”, que dijo tener su relación cortada con su hermano.
En el 2015, cuando después de tanto perder consiguieron ganar, otra vez la misma historia: pedirnos si era factible volver a editar el periódico papel. Un simple número volvió a espantar, en este caso al electo.
Hubo un intermedio, allá por el 2007, cuando el Cali Bevi, junto a Diego Alessiani y a Karina Guette, integró la “pata peronista” del “no electo 2005”, pero si electo 2007, el innombrable que fue radical K; y también “momista”, además de estar cerca de la lista peruca que perdió la elección del 2019.
En la ocasión que apuntamos, hicimos una única edición de “La Trastienda de Villarino”, como si vislumbráramos lo que iba a ocurrir. Editamos (en el Diario del Viajero de Buenos Aires) y entregamos los ejemplares convenidos a esa “pata” peroncha.
Ellos debían distribuir la “tirada” en todos los pueblos. No llegó a ninguno. Y en cierta ocasión cercana, descubrimos que el “picasesos”, adláter ya por entonces del ahora “menos uno”, tenía todos los “diarios” desparramados en su utilitario. Y se ufanaba de esa “gracia”, de ese grupo que duró lo que un suspiro, o menos, aunque el “cabecilla” haya conseguido ser presidente del HCD.
No terminó allí la cosa.
Con la reelección del 2019 (va a hacer un año pronto de eso), el verde “cobró alas”, creyéndose más dueño que siempre, del distrito de Villarino.
Y optó – con manejo de sus inútiles adláteres – por “sacar” a DIARIO VILLARINO del listado de medios que reciben información (hecho único en medio siglo) y de aquellos que reciben pauta oficial. Más rápido que un bombero, lo siguió el “no renunciante” del apellido cambiado (el tal “promedio”, minúsculas) que ordenó similar actitud en el “honorable” Concejo Deliberante.
En esa línea, el “manda menos”, ignoró el cincuentenario de DIARIO VILLARINO (7 de mayo pasado), pero hizo notar su reconocimiento por los 30 años de Radio Natura; y envió a representantes suyos a Algarrobo, por los 20 años de FM Algarrobo. Nada que ver, esta mención que hacemos, respecto de Oscar Pascual y de Martín Macaya, pero sí, decir, con todas las letras, de la falta de respeto, una vez más, del Lord Menor, respecto de nuestro medio, el más antiguo y valorado del distrito a través de toda la historia. Quiso arruinarnos el festejo; lo logró por ahora; pero ya habrá tiempo, cuando la “familia real inventada” deje de serlo.
Y a propósito, nos “metemos” un poco en el pasado, que pone de manifiesto que contra lo que ha pregonado en sus discursos, el actual intendente estuvo bastante lejos del distrito que dice “querer tanto”.
Repasamos, sólo como algo anecdótico, pero que bien vale la pena tener muy en cuenta, lo que dice su biografía, instalada – vergüenza debería darle – en la página oficial del Municipio de Villarino.
LOS DATOS BIOGRÁFICOS DEL “MENOS UNO”
“Carlos José Ceferino Bevilacqua (nació en Bahía Blanca el 5 de junio de 1965, Argentina) es abogado, político y actualmente intendente del partido de Villarino”.
Infancia y Juventud
“Hijo de José Bevilacqua (medanense) y Elsie Nora Soria (cerrense), Carlos Bevilacqua nació en Bahía Blanca y es hermano menor de Gustavo José Bevilacqua”.
“De niño vivió junto a sus padres en Médanos, partido de Villarino, regresando a Bahía Blanca a los 19 años para realizar el servicio militar obligatorio en Puerto Belgrano entre 1984 y 1985. En ese mismo año conoció a Mónica Mangas, su esposa y madre de su hija Fernanda”.
Carrera Profesional
“Bevilacqua comenzó la carrera de abogacía en la Universidad FASTA y simultáneamente trabajó en el Registro Nacional de la Propiedad Automotor de San Carlos de Bariloche Nº1”.
“En 1998 volvió a Villarino, donde se hizo cargo del Registro Nacional de la Propiedad Automotor del distrito. A su vez, realizó un curso de postgrado técnica notarial y registral en la Universidad Católica Argentina”.
Inicios en Política
“Su carrera política comenzó en el año 2007, cuando fue elegido concejal en el partido de Villarino por Integración y Movilidad Social con el que consiguió el 41.78% de los votos y ejerciendo la presidencia del Honorable Concejo Deliberante”.
“En el 2011, cansado de las viejas políticas y en busca de un cambio, decidió fundar junto a un grupo de vecinos Acción por Villarino, un partido que buscaba mediante la unidad, una nueva forma de hacer política”.
“En el año 2013 fue electo concejal por APV en las elecciones municipales logrando el 47,80% de los votos. En el año 2015, se presentó como candidato a intendente por Acción por Villarino donde logra imponerse con el 35,32% de los votos”.
“Actualmente se desempeña como intendente, cargo que ocupará hasta el año 2023 luego de ser reelegido por los vecinos en las elecciones del año 2019”.
Acción por Villarino
“Acción por Villarino surgió como un nuevo espacio donde vecinos, preocupados por la realidad de su municipio, decidieron actuar y formar un partido político. En sus primeras elecciones del año 2013, lograron la victoria con el 47,80% de los votos obteniendo así cuatro bancas en el Honorable Concejo Deliberante. En el 2015, ya más organizados y con mayor ambición, se presentaron para las elecciones donde se eligiría el nuevo intendente municipal, cargo que obtendría Carlos Bevilacqua con el 35,32% de los votos. En las elecciones 2019 el partido volvió a ser elegido por la población con el 38,03% y Bevilacqua renovó su mandato hasta el 2023”.
UN POCO DE MEMORIA, POR FAVOR…!!!
Sólo a simple vista, y sin detenerse demasiado, puede comprobarse la falta de memoria que distingue al actual intendente de Villarino.
Olvida, y por si acaso es bueno recordárselo, las pujas perdidas en el Partido Justicialista, donde militó, como su padre y su hermano, siendo derrotado en las internas.
Se le escapa que AxV, su agrupación local (adherida al partido gobernante en nación y provincia) compitió por vez primera en el 2011, con derrota, y no en el 2013, donde influyó, y mucho, la presencia de Horacio Brión, recordado por todos, a quien le jugaron muy pronto una mala pasada, obligándolo a renunciar a su cargo, ficticio y sin despacho incluso, de hipotético “jefe de Gabinete”.
Su amnesia, le impide, también, decir que está asociado (por el “por si acaso” futuro) al Frente de Todos, al que ha adherido desde el vamos de su triunfo, su hija, la diputada provincial, “Florencia”, bahiense, con trayectoria casi nula en la Cámara Baja bonaerense; y propulsora de un “emprendedorismo” que parece haber olvidado por la pandemia.
Otros signos, que no vale la pena repetir, están reflejados, desde hace bastante tiempo, en nuestras expresiones vertidas en las redes sociales.
A través de ellas, seguimos cotidianamente los pasos de quien se cree “dueño” del distrito de Villarino, sin prestar atención a que los cargos son efímeros y, por lo común, obtenidos por la indiferencia de la gente.
Y eso, aunque se obtengan más de 9.000 votos, producto de aquello que no hace el electorado: repasar antecedentes, para comprobar que los discursos muy pocas veces reflejan “la verdad de la milanesa”. Y esto, dicho, simplemente, para cerrar este recordatorio con un dicho común. Todo lo demás es tan pobre y tan poco edificante que ya es demasiado traerlo del pasado al presente…