No siempre (aunque sea lo tradicional o lo que más se ajusta a una costumbre) la amistad es algo de toda la vida. Tampoco lo es únicamente a través del consenso (hoy tan de moda), sino que puede ser, incluso, la resultante de un disenso que (¡oh, paradoja!), mesuradamente analizado, deja lugar a una respetuosa confrontación de posiciones; y a un equilibrio que genera positivas coincidencias.
Todo esto viene a cuento, si se permite usar esa expresión, a propósito de un hecho de las últimas horas, que ha conmovido a Médanos y a su gente.
En la mañana de este viernes (8), tuvimos conocimiento de la infausta nueva de un accidente (ocurrido en la noche anterior, la del jueves 7), que provocó el fallecimiento de Oscar Reali (49), conocido empresario de la ciudad cabecera de Villarino.
Integrante de una reconocida familia medanense, de profundo arraigo a todo aquello que tuviera que ver con la vida del pueblo, Oscar tenía, en los últimos tiempos, la responsabilidad de conducción de su empresa familiar, para la cual se preparó acompañando a su padre, Mariano, ya desaparecido.
La atención de esa gestión (que venía de mucho tiempo atrás, compartiéndola) no le impidió volcar, con énfasis, su inquietud por instituciones a las que estuvo estrechamente ligado: una, la Cámara de Comercio de Médanos; otra, el club Unión; y también el club de Caza y Pesca.
Pero fundamentalmente, tuvo interés pleno por la política. Casi como una ironía, aún en aquellos tiempos en que el partido de su orientación (el justicialismo) fue gobierno municipal, estuvo en “la vereda de enfrente”. En otra línea, para ser más precisos, en la cual intentó desarrollar un criterio (no sabemos si acertado o no); y también un espíritu.
Discurrir sobre la conveniencia o no de una actitud política, nos permitió, allá por fines de los ’80 y comienzos de los ’90, acercar puntos de vista, aunque fueran contrapuestos.
Y allí surgió (dos décadas atrás) un vínculo amistoso que razones generacionales no habían favorecido en otros tiempos. Oscar fue respetuoso, aunque crítico también, de aquellos comentarios que desmenuzaban el quehacer político institucional de Villarino.
Alentó, siempre, aquellas que consideraba las “políticas de estado”, como así una necesaria integración regional de Villarino, con eje en Bahía Blanca pero uniendo a todo el sur de la provincia.
En esa inteligencia y con esa meta brindó su esfuerzo. No ocupó cargos públicos, pero estuvo cerca, siempre, de todo aquello que propiciara el desarrollo de su Médanos, donde la familia Reali no sólo ha sido conocida desde siempre, sino que ha estado ligada, por décadas a su devenir.
Cercano, por semanas solamente, a sus 50 años que cumpliría en febrero venidero), Oscar hizo culto de la amistad, aquella nacida en la temprana juventud que se prolongó por siempre. No hace falta mencionar quienes integraron, por largo tiempo, un grupo muy notorio, con lazos en tradicionales familias de Médanos.
Eso hace que a estas horas, con sentimiento de inocultable congoja, sean muchos los que lloran una ausencia. Nos unimos a ese espíritu, muy propio de los pueblos, para acercar, desde aquello que nos permite manifestarnos, nuestra adhesión al pesar de Sandra y sus hijos, como así el de Elba (la mamá) y el de la legión de amigos que Oscar supo cultivar para siempre.