
Este último sábado (28), se conmemoró el centésimo vigésimo sexto del partido de Villarino, en el trascurso de un acto oficial que se desarrolló en instalaciones de



EL DISCURSO DE LA INTENDENTA PATRICIA
COBELLO.
En este
caso, el 126 aniversario de la creación del Partido de Villarino constituye
algo trascendente para nosotros porque nos relaciona con los orígenes de
nuestra identidad de villarinenses.
A muchos
de nosotros, cuando nos preguntan de dónde somos, generalmente indicamos de
Médanos, o de Luro, de Buratovich, o de Origone, de Juan Cousté o de Hilario
Ascasubi. Tal vez de Mascota, Colonia La Merced , o Argerich. Pocas veces decimos ‘de
Villarino’.
Hay una
construcción que debemos hacer. Pensar los orígenes y el territorio común. Descubrir
lo que nos vincula para poner en valor a Villarino.
Antes de
la creación del distrito de Villarino, estas tierras formaban parte del partido
de Bahía Blanca por una ley del año 1865.
Recién el
28 de julio de 1886, se crearon, por ley del Senado y Cámara de Diputados de la
provincia de Buenos Aires seis nuevos partidos: Villarino, Puan, Adolfo Alsina,
Guaminí,
Trenque Lauquen y General Villegas.

Según
consta la ley de fundación del partido, éste se realizó con las propiedades de Gregorio
B. de Soler, Bernardo y Pedro Garciarena, Alfonso Bourdé, Francisco Sara y Tomás
Lerris.
Fue en
honor al capitán y piloto de la
Real Armada Española, el gallego Basilio Villarino, que se
puso el nombre al partido recién creado. El mérito de este hombre fue haber
navegado por la Patagonia
y bordeado el Río Colorado, sufriendo el panorama hostil de estas costas.
Inspirados
en los pioneros, los habitantes de este territorio han sabido sobreponerse a diferentes
circunstancias históricas y a durísimas condiciones climáticas, consolidándose
como una tierra con habitantes emprendedores y entusiastas; como fueron quienes
en 1937 convirtieron al Valle Bonaerense del Río Colorado en la primera zona
bajo riego de la provincia de Buenos Aires.
Esta
realidad no es casual, puesto que tiene sus raíces en el amor y el compromiso que
cada uno de nuestros antepasados supo transmitir a quienes hoy vivimos aquí.
Desde las
primeras épocas, las políticas del ámbito público se combinaron con la inversión
privada y el entramado social; generando la creación de escuelas, clubes, entidades
sociales y diferentes asociaciones civiles.
En la
actualidad, la fórmula sigue funcionando y en el marco de un contexto económico
mundial que presenta más vacilaciones que certidumbres, quiero resaltar el hecho
de seguir avanzando en políticas de inclusión social para todos los
villarinenses como fruto del modelo estratégico que impulsa el gobierno
nacional donde se revaloriza la cultura del trabajo, la restitución de derechos
sociales, la protección de la industria como generadora de empleo y el
desendeudamiento externo como garante de la independencia económica.
Con esta
premisa como eje de desarrollo, no podemos bajar los brazos ante mezquindades
políticas que priorizan intereses personales o económicos. Estamos convencidos
que los recursos aportados por cada uno de los villarinenses deben distribuirse
con equidad. Debemos hacer nuestros mayores esfuerzos para mejorar los servicios
públicos municipales, fomentar acciones que avancen en dirección a transformar
la realidad de nuestro distrito y achicar las brechas de desarrollo que nos separan
de municipios vecinos y de similares características al nuestro. Apoyar a todas
las ramas productivas del distrito y gestionar mayores aportes para las obras públicas
de gran infraestructura.
Es
nuestro deber, y nuestro compromiso entonces, fortalecer la identidad de
Villarino, preguntarnos quiénes somos, qué características nos unen y qué
territorio queremos construir para los próximos 20 años”.
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