El informe
realizado por el Equipo de Antropología Forense determinó que el joven murió
por "asfixia por sumersión (ahogamiento)" y que los restos óseos
"no presentaban lesiones vitales de origen traumático".
La autopsia realizada sobre los restos de Facundo Astudillo Castro concluyó que el joven de 22 años muró por "asfixia por sumersión (ahogamiento)"; que los restos óseos "no presentaban lesiones vitales de origen traumático"; y que "no se observaron signos de participación de terceras personas sobre los restos estudiados", informaron, este jueves (1), hoy fuentes judiciales.
"Se trató de una muerte violenta, por no ser natural. El avanzado estado de esqueletización del cadáver limitó las posibilidades de conocer el modo de la muerte, no pudiendo la ciencia forense determinar con rigor científico si se trató de uno u otro modo de muerte violenta: suicida, homicida o accidental", detalla el informe, según un comunicado de prensa emitido por el juzgado federal 2 de Bahia Blanca, a cargo de la causa.
La data de muerte, “es decir el tiempo mínimo transcurrido entre la muerte y el hallazgo, sería no menor a 30 días determinados por tafonomía (acción del ambiente) y entomología (micro fauna asociada a los restos); siendo el tiempo máximo estimado del período transcurrido desde la muerte mayor, pero no pudiendo determinarse científicamente”.
El análisis, por otra parte, reveló que no hay posibilidades de que el cuerpo haya estado en otro lugar al que fue encontrado “durante el intervalo postmortem”. El documento apunta a dos factores que actuaron sobre el cuerpo: la acción del medio ambiente y la acción de la fauna de la zona, con animales como el zorro pampeano o el zorro gris, que se cree tomó parte de los restos y los esparció, con partes encontradas a más de 70 metros del cuerpo.
Los restos humanos fueron hallados en un canal de agua en Villarino Viejo, cerca de Bahía Blanca, en avanzado estado de descomposición –“esquelético”–, semienterrados en la zona del estuario, a dos kilómetros de una vía del ferrocarril en desuso.
La Policía Federal no había rastrillado el lugar por la dificultad para acceder al terreno y quienes lo encontraron fueron tres personas mientras pescaban en la zona.
El cadáver fue trasladado a Buenos Aires un día después del hallazgo, el 16 de agosto. Nueve días más tarde se hizo la autopsia.
“Mamá, vos no tenés idea dónde estoy, no me vas a volver a ver más”, le dijo a su madre Facundo poco después de las 13 horas del 30 de abril pasado, cuando fue visto por última vez.
Sin embargo, las antenas de celular de Ingeniero White detectaron luego dos conexiones de su teléfono: una, a las 16.06, en el cruce de la ruta 3 y las vías en desuso; y otra, a las 20, la hora en que un amigo de Facundo recibió un mensaje de su usuario de Facebook que le avisaba que estaba con poca señal y casi nada de batería.
El joven fue detenido en la localidad de Mayor Buratovich por la Policía Bonaerense, donde le labraron un acta por haber violado la cuarentena, pero hasta ahora no se sabe con precisión qué pasó con él después de eso.
Para la familia, fue la misma fuerza la que mató y desapareció a Facundo. La Justicia, en tanto, investiga que haya sufrido un accidente en las vías.
Fuente: La Tecla.
Los 12 puntos clave de la autopsia a
los restos de Facundo Astudillo
Castro.
Los siguientes
son ejes del informe presentado por el Equipo Argentino de Antropología Forense
(EAAF) de la autopsia realizada al cadáver del joven.
1.- La muerte
se produjo por asfixia por sumersión (ahogamiento). La sumersión
(mecanismo asfíctico) es la causa de muerte por obstrucción de la vía aérea por
el ingreso de líquidos durante el proceso de respiración bajo el agua,
generando el ahogamiento (asfixia mecánica).
2.- El fenómeno "Pink Teeth" (diente rosado o coloración rosada por transparencia del esmalte), observado en las piezas dentales anteriores del maxilar inferior, debe ser considerado orientador pero inespecífico para establecer causa de muerte.
3.- El hecho de que la identificación de los géneros y especies de diatomeas halladas en la médula sean coincidentes con las recuperadas en muestras de agua y de sedimentos recogidos en el lugar del hallazgo de los restos es altamente indicativo de que se trata del medio en el cual se produjo la muerte.
4.- Se trató de una muerte violenta, por no ser natural. El avanzado estado de esqueletización del cadáver limitó las posibilidades de conocer el modo de la muerte, no pudiendo la ciencia forense determinar con rigor científico si se trató de uno u otro modo de muerte violenta: suicida, homicida o accidental.
5.- Los restos óseos estudiados no presentaban lesiones vitales, de origen traumático, ni otras antemortem (previas a la muerte).
6.- En las diferentes piezas óseas observadas, y mediante el estudio de imágenes radiográficas, no se evidenciaron estructuras de densidad metálica, similares a elementos que puedan corresponderse con aquellos que producen injurias o lesiones (como por ejemplo proyectiles de arma de fuego, segmentos de arma blanca, entre otros).
7.- No se observaron signos de participación de terceras personas sobre los restos estudiados.
8.- Todas las lesiones y pérdida de algunas piezas dentales que presentaban los restos estudiados son postmortem (posteriores a la muerte), producto de depredadores y exposición medioambiental.
9.- Las marcas y fracturas producidas por carnívoros se produjeron con posterioridad a la muerte siendo, en consecuencia, no vitales. Presentan un patrón compatible con un acceso inicial a un cuerpo con presencia de órganos y tejidos blandos.
10.- El cuerpo hallado en este ambiente habría estado sujeto -además de a la acción de animales carnívoros- a la fluctuación de agua por las mareas, la presencia de invertebrados (cangrejos) y aves, entre otros. Esta dinámica posiblemente generó el movimiento del cuerpo y la pérdida de las prendas de vestir.
11.- El intervalo postmortem estimado, es decir el tiempo mínimo transcurrido entre la muerte y el hallazgo, sería no menor a 30 días determinados por tafonomía (acción del ambiente) y entomología (micro fauna asociada a los restos); siendo el tiempo máximo estimado del período transcurrido desde la muerte mayor, pero no pudiendo determinarse científicamente.
12.- Del estudio forense no surgen elementos que permitan suponer que los restos humanos hayan estado en otro ambiente distinto al del hallazgo durante el intervalo postmortem consignado.
Fuente: Agencia Télam.
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