Hay veces, no demasiado frecuentes, en que lo impensado “sale”,
un tanto mejor que lo programado.
Este miércoles (27), por caso, estuvimos muy brevemente en
el Concejo Deliberante. Y allí hablamos con Omar Promenzio, el presidente del
cuerpo parlamentario distrital, que tuvo, como suele ocurrir, su plenario de
comisiones; y una visita de dos vecinos para ilustrar a los ediles sobre un
tema que los afecta.
Nos íbamos ya, antes del mediodía, para ser absolutamente
sinceros, porque no avizorábamos la posibilidad de lograr algún testimonio más,
como para justificar haber hecho la mitad de un trayecto, que ronda los 100
kilómetros, entre ida y vuelta.
Sin embargo, desandamos un poco el itinerario e ingresamos al
Centro Cívico, que aloja entre sus recovecos al Consejo Escolar.
Aguardamos, para hablar con la titular de ese cuerpo, María
de los Ángeles Falcón, sin saber que por esos momentos sesionaba – lo hace
todos los miércoles, en rigor, nos “desayunamos esta vez – el CE.
Así fue que, de pronto, una eventual entrevista a Mary,
sumó, a su sugerencia, la presencia de Mariano Garat (secretario); y Lorena
Mariani (tesorera). Consecuentemente, ellos, los tres consejeros, fueron
desgranando distintos aspectos de la actividad del cuerpo que integran.
Abundaron en temas como la nominación de auxiliares (hubo
una nueva incorporación, de 4 que estaban siendo requeridas); la instrumentación
de los comedores escolares que volverán a funcionar, tras la larga pandemia y
la entrega de unos 2.000 bolsones; las obras en establecimientos del distrito;
y otras “yerbas” que completan el esquema de funcionamiento del Consejo
Escolar.
Los datos suministrados, al correr de la charla – 32 minutos
de grabación – fueron dándonos idea de lo compleja que es la tarea cotidiana de
los 6 consejeros, todos del mismo “palo”, responsables de un engranaje que
exige permanente y esmerada atención.
No nos explicamos, pero la observación de cada detalle, hizo
que empezáramos a “¿entender?” las razones por las cuales el Consejo Escolar es lo que es y no
aquello que podíamos suponer.
Las respuestas de Mary, Mariano y Lorena, traslucieron el
empeño que se pone, cotidianamente, para sobrellevar una tarea hartamente
delicada; y de una enorme responsabilidad.
Algunas cosas: el manejo del Fondo Educativo, tan polémico
en ciertas ocasiones; y la falta de una más acentuada difusión de lo que se
hace, para llegar más fluidamente a toda la comunidad distrital vinculada la
enseñanza, nos dejaron la sensación de que otros podrían ser los mecanismos que
contribuyan a acentuar, a los ojos de
todos, cuánto hay por hacer y cuánto es el apoyo que el Consejo Escolar merece
de todos.
Nos fuimos altamente satisfechos por lo recibido, que no fue
poco, a manera de ilustración.
Adentro de la sala de reuniones, el CE seguía su sesión semanal, con la presencia de
nuestros tres interlocutores del
reportaje; y con más las de Carlos Mina (vicepresidente) y Jésica Ervitti; con
la única ausencia de Claudia Meder.
Agradecemos, por cierto, la colaboración y gentileza de
María Luján Vindigni, secretaria, a quien debemos la imagen de esta entrega de
DIARIO VILLARINO.
Un rato después, pasamos por La Ruta, el restaurant de Mary,
para disfrutar de un buen almuerzo; y regresar sí, a nuestra casa, en Bahía
Blanca. Complacidos; no tengan duda.
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