Me dio la bienvenida a una reunión, pidiéndome, con su dulce
voz, que explicara qué me había llevado hasta allí.
Era ella tan bonita esa mañana de domingo, alrededor de las 9, que,
aunque no fue mi respuesta de ese día, supe sí, que cambiaría mi primera
decisión y seguiría asistiendo a ese grupo, aunque los encuentros fueran los
domingos, bastante temprano.
Lo siguiente –acompañarla a hacer visitas a las familias del
barrio cercano- favoreció el futuro. La primera vez fue el jueves 13 por la
tarde, cuando la escuché trasmitir el mensaje de la Legión de María, en las
casas a las que pasamos.
Lo cierto era que… me había enamorado de tan bella
mujercita.
El 12 de septiembre de aquel ’63 fuimos novios. El 5 de
febrero de 1965, nos casamos.
El 7 de febrero del año siguiente nació Eduardo (quien rescató
la foto que embellece este posteo); el 28 de julio de 1967 llegó Lucrecia; el
19 de noviembre, recibimos a Claudia. El 26 de septiembre de 1972, llegó Adrián. Y el 22 de febrero de 1977, en Trelew, Mabel fue mamá de Mariano.
No pocas veces he dicho de esta historia que hoy llega a su
capítulo 62, sumando a Renata, Diego Luis María y Valentina, los tres nietos
que Mabel cuida desde el cielo.
Aquel 9 de junio de 1963 fue el comienzo. Dios quiso, ese domingo, que yo supiera de Mabel. Y ella hizo el resto… y es por eso mi eterno
amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario