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María Eugenia Vidal, en conferencia de prensa, después de la derrota del pasado domingo (11) |
Por Maxi Abad
Jefe del bloque de
Diputados
de Juntos por el
Cambio
El domingo los
bonaerenses dieron un mensaje. Con la herramienta más poderosa e
inapelable que tiene el ciudadano expresaron lo que sienten que no
está bien. Y el resultado electoral tuvo el peso incontrastable de
los hechos.
Negarlo es una
necedad, pretender que fue una equivocación es pecar de
soberbia.
Nadie mejor que
los representados para definir quiénes deben ser sus representantes.
Para gobernar hay
que escuchar, porque la verdad está ahí. Encerrarse en la propia idea
es el peor camino.
Todos deberemos
revisar lo que haya que revisar. Nadie le tiene miedo a eso. Porque interpretar
un resultado implica la humildad de corregir lo que está equivocado.
Pero también es
fundamental mirar la película completa: María Eugenia representa mucho más que
un gobierno; ella encarna valores que son fundamentales para todo el sistema.
Ella hizo posible
que la suerte no siempre estuviera echada en la provincia de Buenos Aires; ella
logró torcer una historia de resignación a ser siempre lo mismo;
ella gobierna con coraje, con coherencia, mirando a los ojos,
diciendo siempre la verdad, todos principios que no estaban en el centro de la
escena en la provincia.
Estos también son
hechos que tienen el mismo peso que el revés electoral del domingo. Todavía
tenemos una oportunidad más de ratificar esos valores, y de exigir que, sin
volver al pasado, el gobierno dé todas las respuestas que quienes no
acompañaron en estas elecciones primarias están demandando, y que es
absoluta responsabilidad de todos nosotros escuchar y atender.
Sigo
convencido que los bonaerenses no debemos perdernos a María Eugenia. Y eso
no es negar los hechos; es proponer una interpretación. En estos tres años
y medio también el peso incontrastable de los hechos ha dejado un mensaje
muy claro: este gobierno logró cortar con una inercia que hacía
débil a nuestro sistema político e institucional.
María Eugenia
Vidal es la primera figura que fue capaz de incorporar equilibrio de poder
en un territorio en el que gobernó el mismo signo político casi tres décadas.
Cambiemos
primero, y Juntos por el Cambio después, son la oportunidad de conformar
en la provincia una alternativa republicana y sólida al Partido Justicialista.
Y esto, siempre, y más allá de simpatías ideológicas, es bueno para
la totalidad del sistema.
Ese cambio que
encarnó María Eugenia permitió reordenar el tablero de poder, y ese fue el
primer paso para terminar con los privilegios de muchos; las reelecciones
indefinidas de otros tantos; la pelea contra la impunidad de
quienes exhibían obscenamente que se creían intocables. Eso
también es Vidal y su gobierno.
La lucha contra
las mafias a las que nadie se enfrentó nunca también es una verdad objetiva.
Hay presos, hay procesos judiciales, hay denuncias, no hay margen para la
corrupción.
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Maxi Abad, jefe del bloque provincial de Diputados de Juntos por el Cambio |
En estos tres
años y medio, se puso claridad y transparencia a todo el andamiaje del
Estado que permaneció durante años en la oscuridad.
Durante toda la
campaña hablamos mucho sobre cómo se invirtieron los recursos de
la provincia en obras y políticas que apuntan a mejorar la calidad de vida de
los bonaerenses, cómo en todos los casos son los vecinos los que están en
el centro de la preocupación del gobierno.
Se habló y se
mostró cómo no hay corrupción en la obra pública, cómo lo que se empezó se
terminó, cómo estamos dejando atrás una provincia con una
infraestructura lamentable para empezar el proceso de su
reconstrucción.
De todo eso
hablamos mucho, pero no alcanzó.
Sin duda,
los problemas económicos llevaron al hartazgo a muchos de los que
confiaron en este gobierno. Pero también habrá otras
variables. Incluso, uno de los atributos más fuertes de esta gestión, que
es estar cerca y escuchar, también se puso en debate, porque muchos sintieron
que no los escuchamos.
Deberemos
esforzarnos más. Pero no nos perdamos la posibilidad de afianzar
estos cambios tan profundos.
No nos perdamos
lo que logramos y parecía imposible, no nos perdamos la posibilidad
de garantizar alternancia, competencia y debate político, más y mejor
calidad democrática.
No dejemos de
lado valores que son tan fundamentales para la convivencia. Eso también
es María Eugenia.
Por eso, no nos
perdamos a Vidal.
Nota del editor
Teníamos reflexiones para hacer, que nos motivan desde largo tiempo.
Vamos a dejarlas, en espera de algo mejor de parte de todos y, sobre todos, de quienes tienen responsabilidades.
Quizás, la opinión de Maxi Abad, haga pensar a propios y extraños.
Más allá de "la república", tan mentada, lo necesario es que TODOS tengan la oportunidad y vivir y disfrutar, lo contrario de aquello que sucede cualesquiera sean los gobiernos, desde hace tantas décadas.
Le ponemos fe, esperanza, como hace largos años...
Nota del editor
Teníamos reflexiones para hacer, que nos motivan desde largo tiempo.
Vamos a dejarlas, en espera de algo mejor de parte de todos y, sobre todos, de quienes tienen responsabilidades.
Quizás, la opinión de Maxi Abad, haga pensar a propios y extraños.
Más allá de "la república", tan mentada, lo necesario es que TODOS tengan la oportunidad y vivir y disfrutar, lo contrario de aquello que sucede cualesquiera sean los gobiernos, desde hace tantas décadas.
Le ponemos fe, esperanza, como hace largos años...
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