sábado, 10 de agosto de 2019

QUE PREVALEZCA EL ESPÍRITU DEMOCRÁTICO QUE NO TODOS TIENEN EN VILLARINO


Antes de las primarias, la gran 
encuesta de este domingo (11).  
“Amenazas” a nosotros, ¡no!.

Desde una Bahía apacible, como casi todas las vísperas de elecciones, se nos ocurre discurrir un poco (lo hemos hecho infinidad de veces) sobre la antesala de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias de este domingo (11).

Votamos en Bahía, como desde siempre, porque vivimos en Bahía; y porque nunca, desde nuestra juventud (allá lejos y hace tiempo), dejamos de ir a votar.

Nos “gusta”, verdaderamente, la instancia democrática que se presenta cada dos años.

Sentimos, no pocas veces, en espíritu, la desazón que debe invadir al que no gana, después de las urnas, porque imaginamos que cada quien que se presenta lo hace con la esperanza de un triunfo; de quedar cerca; y tener, en el sistema electoral de esta época, la oportunidad de competir, dos meses y medio después, en las generales que serán, en este 2019, el domingo 27 de octubre.

Nos “ubicamos” en la antesala, conscientes que al esbozar un probable escenario, debemos aludir a quienes serán primeros; a quienes serán segundos; y a quienes, si quiere interpretarse así, quedarán relegados.

Reflejamos, opinando, lo que vemos. No decidimos nosotros; lo hacen otros; aunque, eso sí, desearíamos ser de algún modo protagonistas y no sólo observadores (es nuestra función desde hace 62 años, cuando abrazamos nuestra profesión de toda la vida).

Pero al elegir nuestro oficio, muy jóvenes, sabíamos de qué se trataba nuestro futuro. Por eso, también, después de un largo camino, intuimos (o estamos realmente convencidos) que está muy cercano el final de la carrera, como que estamos más en etapa del ocaso que de los sueños que acunaron el comienzo.

Sabemos sí, con plena certeza, que cuando el 7 de mayo de 1970 creamos DIARIO VILLARINO, asumimos riesgos, mucho más que beneficios.

Consecuentemente, obramos siempre con la misma conducta, invariable, porque no sabemos, ni por asomo, cuál sería “otra forma”.

Y como a veces las ocasiones se presentan propicias –porque alguien, desde lo alto y por poco que se crea, más tarde o más temprano, pone las cosas en su debido lugar– queremos aludir a  un hecho que guarda relación con la intimidad pero que se roza, un poco, o mucho, con el rol que hemos asumido desde hace muchísimos años.

Hoy, 10 de agosto de 2019, “mi viejo”, Ernesto Umberto Serralunga, hubiera cumplido 115 años. Su longevidad le permitió llegar casi a los ’98. Y fue tal su tenacidad que hasta pocos meses antes de irse de este mundo, fue, por décadas, lector y ministro de la Eucaristía en la parroquia Santa Teresita del Niño Jesús de Bahía Blanca.

En aciagos momentos, cuando la Iglesia Católica fue perseguida en los años ’50, sufrió los embates que personalizaron ataques a la dirigencia de la religión. Pudo haberse abstraído, pero no lo hizo, sino todo lo contrario.

Muy poco tiempo después, cuando la Revolución Libertadora del ’55 dejó paso al liberalismo de época, recibió constantes ataques ya que ejercía un alto cargo en lo que fue el Instituto Tecnológico del Sur, fundamento de la posterior y actual Universidad Nacional del Sur.

Cuando desde nuestro ángulo elegimos el periodismo como medio de vida, le preocuparon los problemas que podíamos experimentar, si nos ceñíamos, como lo hicimos, a una norma de conducta. 

Es obvio que no pudo cambiar nuestra decisión. Y fue testigo de los pesares que, andando los años, sufriríamos por ser leales a una inequívoca manera de encarar nuestra profesión.

Citar eso, en este caso, no es casual.

Hemos seguido nuestro derrotero, sin apartarnos un ápice del camino.

Y experimentamos duros contrastes, sobre los que no pocos, en Villarino, tienen conocimiento, como que llevamos casi 50 años haciendo DIARIO VILLARINO.

Esto viene a cuento, ahora y no más tarde, a propósito de estar en la víspera de una elección más (tenemos tantas encima).

En las últimas horas (y días también) hemos recibido agravios. En las redes sociales (al punto de eliminar de nuestros contactos a quienes se han abusado de la ligereza que esos sistemas ofrecen a los mal intencionados). Y también en el sector de “comentarios”, que tenemos abierto al público para que se exprese en nuestro propio sitio digital, que sucede en lo virtual al periódico papel de antigua data.

Que desde ese lugar se nos amenace, entra dentro de lo que no podemos aceptar de ninguna manera, mucho más si proviene de gente que no tiene siquiera un mínimo conocimiento de la forma, la única que conocemos, en que hemos ejercido; ejercemos; y deseamos ejercer en un futuro nuestra función.

Enjuiciar con el latiguillo impropio de lo que "recibimos a cambio”, supera lo tolerable. Y tenemos derecho a decirlo, porque nos comprende la libertad de expresión que otros quieren para sí pero le niegan a los medios como el nuestro, sin saber siquiera de qué se trata.

Estamos hartos de tanto vilipendio gratuito y sin sentido. También de que, para silenciarnos, semanas atrás hayan “hackeado” nuestro sitio, sabrá Dios, desde dónde y por quiénes. Nosotros, no.

Y tan es así que queremos señalar, en contrapartida, un hecho que alentó nuestro espíritu en la mañana soleada de este sábado (10), víspera de elecciones.

Desde uno de los espacios que competirán en la puja electoral de las PASO, se ha dado muestra del espíritu democrático que debe imperar, en todos lados, pero en especial en los pueblos de Villarino, que siempre nos ocupan con su devenir.

El mensaje nos llegó desde uno de los grupos a quienes “no dimos como ganadores”, en la perspectiva con la que, desde siempre, enfocamos las vísperas de jornadas cívicas como las de mañana (11).

Bienvenido ese espíritu que debe primar. Y no la arenga que se formula, desde niveles no distritales, por el temor, innegable, de perder en las primarias.

Que  el domingo (11), sea un fiesta cívica en Villarino. Gane quien gane…

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