martes, 3 de junio de 2014

SERGIO URRUTIA Y SUS PALABRAS

* El perdurable reconocimiento a Norberto Kugler.
* La realidad de hoy en La Aldea San Adolfo.
* Las etapas que esperan su concreción.

Sergio Urrutia, presidente
fomentista de La Aldea,
hablando en el acto del 25
de Mayo, en San Adolfo. 
El pasado 25 de Mayo, día del 204 aniversario patrio, y también el propio cumpleaños de La Aldea San Adolfo, Sergio Urrutia, presidente de la sociedad de fomento del lugar, hizo uso de la palabra en el acto oficial.
Por allí, se nos reclamó “investigar”, algo impropio por supuesto, si lo publicado era lo único que el dirigente había dicho.
Una mera coincidencia hizo que se cruzaran, nuestro pedido a Sergio para contar con su discurso, si así fuera posible; y su mensaje acercándonos –como lector que es de nuestro diario digital- todo aquello que formó parte de sus palabras, en las que hubo reconocimiento hacia la recordada figura de Norberto Kugler; satisfacción por lo que es hoy La Aldea; y “reclamo”, si así puede definírselo, por aquellas asignaturas pendientes que hacen a la mejor calidad de vida de los pobladores de San Adolfo.
Sin que en esto tenga que ver Urrutia, a quien agradecemos la gentileza de habernos proporcionado su “arenga”, no podemos sino señalar que, una vez más, cumplimos nosotros con aquello que es una norma de conducta (la periodística) de dar a todos, sin excepción, la posibilidad de manifestarse.
Las palabras de Sergio fueron éstas, textualmente:   

Amigos, vecinos, autoridades:

En nombre de la comunidad toda de La Aldea San Adolfo queremos darles la bienvenida; nos gusta que nos visiten para festejar el cumpleaños de La Aldea y la fecha patria del 25 de Mayo.

Es en esta Aldea que, al igual que hoy un 25 de mayo, pero de 1976, se entregaban las escrituras de las propiedades a los respectivos adjudicatarios, algunos de los cuales hoy no están con nosotros, pero mantenemos nuestro grato y permanente recuerdo.

En este año 2014 dejó de estar entre nosotros quien fuera el creador, ideólogo de La Aldea San Adolfo, el ingeniero Norberto Kugler. Vaya nuestro más cálido recuerdo hacia su persona y acompañar a su familia en el triste momento que les toca atravesar.

En marzo del 2010 con la presencia de Norberto y su señora esposa le impusimos el nombre “Parque Norberto Kugler” al predio arbolado lindero a La Aldea, y queríamos recordar lo que decíamos en aquel momento histórico para nuestra comunidad :
    
“Mediante esta imposición de nombre, la comunidad toda de La Aldea San Adolfo ha querido homenajear a alguien que reconocemos como guía, a alguien que mediante su gestión en la función pública cambió el destino “para bien”, de muchas personas y de toda una región; a alguien que supo sembrar en sus dirigidos y en la sociedad del Valle la iniciativa de innovar, de pensar, y de trabajar a largo plazo.
No es casualidad que el nombre grabado en esa madera y que de ahora en más servirá de referencia para este parque, sea el de aquella persona que hace 30 años atrás, trajera desde tierras lejanas, este proyecto de integración rural, saliendo del molde común del “cortoplacismo” imperante en la mayoría de nuestros funcionarios públicos; sabiendo que los logros a largo plazo alguien los piensa, algunos los ejecutan, otros cortan cintas y muchos los disfrutan.
Como dice en el texto que hemos firmado los vecinos de La Aldea San Adolfo, motiva el pedido de imposición de nombre, el reconocimiento hacia la figura del ingeniero Norberto Kugler; ideólogo, impulsor y quien concretó aquello que alguna vez fue el sueño de algunos y hoy es la realidad que muchos disfrutamos a diario, nuestra querida Aldea San Adolfo.
Porque creemos que se cosecha lo que se siembra, usted Norberto se lo merece”.

Gracias a Dios pudimos demostrarle en parte, nuestro agradecimiento, admiración y respeto a Norberto en vida. Hoy era nuestro deseo poder contar con la presencia de Estela, su viuda y su hijo pero problemas particulares impidieron eso. Le pedimos a Estela nos pudiera resumir en letras como fue que se gestó el proyecto Aldea, y esto nos escribió:

“Ante todo agradezco el reconocimiento, la consideración y el afecto siempre demostrado a Norberto y ahora en su memoria, con lo que me siento muy honrada.
Su pensamiento fue siempre el desarrollo de la zona y lo vivía con tanta vehemencia, que contagiaba e involucraba a los que estaban a su alrededor.
Usted me pregunta ¿cómo nace la idea de la Aldea?.
Alrededor de los años 1969 - l970, Norberto es invitado por el gobierno de Israel y viaja al país.
En ese momento el desarrollo agrícola de los israelíes era notorio, los sistemas de riego empleado, la colonización, la producción, comercialización se realizaban con mucha eficiencia.
El sistema de colonización que estaba implementado en ese momento y considero que actualmente en funcionamiento era el – kibutz-, que es una granja colectiva, el- moshav- y e-l moshav shitufi-.
Es en el moshav donde nace la idea de La Aldea, parcelas individuales, con casas propias y la explotación agrícola individual, con infraestructura de servicios para todos.
Norberto, siempre en sus viajes estudiaba, lo que se podía hacer interesante para lograr el desarrollo de la zona, consideró que era una buena idea para las tierras de San Adolfo, adaptándolo a la idiosincrasia de nuestro pueblo.
En Israel conoce al arquitecto Roberto Cocozzella y como se había capacitado allá sobre el tema, lo contrata para trabajar en CORFO, y allí comienza la gestación de La Aldea, y del Centro de Capacitación.
Les agradezco nuevamente y les envío un saludo mío y de mi hijo, y que tengan un Feliz Festejo.
Muchos saludos para todos de Stella y Ricardo”.

En reconocimiento a todo esto haremos entrega simbólica de la llave de La Aldea San Adolfo a los familiares del ingeniero Norberto Kugler; en lugar de ellos recibirán sus amigos Luis Chiari y señora.

Siempre fue un deseo de Norberto que plantáramos en La Aldea unas plantitas de roble que nacían de las semillas caídas en su casa de Pedro Luro, cosa que nos quedó pendiente de concreción y que hoy trataremos de subsanar. Recordando la insistencia de cumplir con esto de parte de Norberto es que le consultamos a Estela, su viuda, sobre la importancia para él de estos robles; y ella esto nos decía:
    
“Con respecto a los robles, les digo que es un poco histórico en la vida de Norberto, porque en la tradición alemana en la familia de Norberto, cuando nace un primer hijo varón  se planta un roble.
Cuando nació Norberto se plantó un roble en Tornquist, y mi suegra con las bellotas de ese roble, nos hizo uno, que es el que está en la entrada de casa, y del cual ustedes están llevando las plantitas.
Me encantaría poder estar con mi hijo para poder plantarlos pero bueno hay que aceptar lo que la vida da y no nos es posible; ya en algún momento estaremos por allá. Saludos Stella”.

Por eso el compromiso de plantar y cuidar éstas plantitas de roble, con la alegría de saber que estamos cumpliendo el deseo pendiente de Norberto.

De aquella Aldea soñada primero e inaugurada después por el ingeniero Norberto Kugler a ésta de hoy, sin dudas y nunca mejor dicho, ha pasado mucha agua bajo el puente. Hoy nos encuentra con algunas etapas cumplidas y otras pendientes. Dentro de las cumplidas podemos decir que La Aldea tiene una población estable y autosustentable; con servicios educativos con matrículas numerosas pese a la ruralidad tanto en Jardín de Infantes, Escuelas Primaria y Secundaria; la atención parcial de salud con un C.A.P.S. con médicos y enfermeras; lo recreativo-deportivo con el Club Social; la recolección de residuos; comercios instalados y posicionándose como centro de servicios de toda la colonia que la rodea; con algo sumamente importante para todo esto como es el camino de acceso en muy buenas condiciones, cosa que logramos con la “tristemente obligada” discusión ríspida con cada delegado comunal que empieza en funciones, hasta que se comprende que éste no es un camino rural más, sino que es el acceso a un sector poblado, donde la intensidad de mantenimiento debe ser otra.

Dentro de las pendientes lo más importante es el deficiente mantenimiento de los servicios básicos, tanto de agua potable como energía eléctrica; y es allí donde pensamos ¿cómo si en algún momento, hace 36 años, había recursos suficientes para hacer esto “todo nuevo” hoy nos cueste tanto conseguirlos para, aunque sea, mantener lo que ya está?. Puntualmente en tema agua  potable hace 2 años firmamos un convenio con el S.P.A.R. (servicio de potabilización de aguas rurales) y el Municipio de Villarino el cual lo último que sabíamos se había adjudicado la obra y dentro del primer semestre del 2014 se concretaría; hasta hoy nada. Con respecto a la energía eléctrica, según informes de técnicos autorizados, nuestro sistema de cableado subterráneo por el paso del tiempo, hoy está obsoleto acarreándonos dificultades importantes y cortes recurrentes; después de muchas idas y vueltas con la prestadora del servicio, aquí la Cooperativa Eléctrica de Mayor Buratovich, logramos el reconocimiento de parte de ésta de la obligación de hacer las obras correspondientes, cosa que anteriormente negaba. En reuniones mantenidas, con la presencia también del responsable de Obras y Servicios Públicos del municipio, logramos acordar con la Cooperativa Eléctrica un inicio de obra para el mes de marzo próximo pasado, hoy estamos terminando mayo y no tenemos ni noticias de la obra. Eso sí, la “boleta de la luz”, sigue llegando puntualmente …

Todo esto me lleva a hacer una reflexión que quisiera compartir con ustedes, sobre el tema de los tiempos y de los “dos calendarios” que sospecho que hay:
- Un calendario o almanaque que es igual al que tenemos colgado en casa, el cual debemos mirar para cumplir con nuestras obligaciones impositivas o de servicios, donde los meses tienen entre 30 o 31 días, uno 28; donde las semanas tienen 7 días; donde los años tienen 12 meses y generalmente 365 días. Donde las facturas tienen un vencimiento para tal día; si uno se atrasa empiezan a correr los intereses; y si nos seguimos atrasando podemos terminar en algo mucho peor, por ejemplo remate de bienes. Todo fácil de calcular y dónde 2 más 2 es cuatro.
- Y el otro calendario, con el cual se rigen para cumplir con sus obligaciones prestadores de servicios o gobiernos de turno, donde ya los meses no tienen 30 o 31 días, menos 28, tienen muchos más días; donde todas las semanas tienen más de 7 días y los años la cantidad de meses que se les ocurra; obviamente más de 12; este calendario es infinitamente elástico, el de los “tiempos políticos” que le dicen, nada que ver al que colgamos en casa.
Creo que deberíamos, por el bien de nuestra sociedad, para poder empezar a vivir en armonía y poder crecer como Patria, consensuar un solo tipo de calendario; y entonces, si usamos el que tenemos colgado en casa con el cual debemos cumplir nuestras obligaciones nosotros, “los contribuyentes”, hoy estaríamos disfrutando y porque no inaugurando; entre otras, algunas obras de las “prometidas” aquí en La Aldea. Ahora, si usáramos el otro calendario, el largo, el infinito, el de las promesas incumplidas, nosotros los contribuyentes tardaríamos mucho, o quizás nunca en hacernos cargo de nuestras responsabilidades tributarias; y entonces en ese caso muchos de los que estamos hoy aquí, estaríamos verdaderamente en problemas; sin nuestro aporte no habría sueldos ni para maestros, jubilados, policías, concejales, funcionarios y/o empleados municipales, etcétera.; sería sin dudas, un caos.
Si me dan a elegir a mí, no tengo dudas cual es el calendario que preferiría que usemos, en mí casa como en la de muchos de ustedes.  Nos enseñaron a honrar en tiempo y forma con lo prometido.

Vuelvo a decir, como al principio, estamos muy contentos de que hoy estén acá; a todos muchísimas gracias por venir a visitarnos.

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