Fue
una decisión política, dijo Giambartolomei, sobre el pedido de alejamiento de
Carolina Aldunate. Ningún edil respaldó a la funcionaria legislativa dimitente.
Coletazos de un acuerdo por el que radicales apoyarán a Simoni el 25 de
octubre.
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Otros tiempos: Carolina Aldunate (ahora renunciante) en la cabecera del HCD, junto a Néstor Fabián Giambartolomei y la intendenta Patricia Cobello. |
Seguramente
–y no hay razón para negarlo– el avance del tiempo y el transcurrir de los años
va cambiando, y no es poca cosa, la visión que se puede tener en torno a
ciertas situaciones que se van dando.
Esto
viene un poco a cuento de lo que observamos, este miércoles (19), durante la
sesión, por cierto relativamente breve, del Honorable Concejo Deliberante.
Antes
de subir a altos del edificio municipal, nos habíamos cruzado, en los pasillos
y en una oficina del ejecutivo, con Carolina Aldunate. No podía ocultar ella,
porque eso era perceptible con sólo mirarla, que estaba todavía bajo los
efectos de una despedida de minutos antes, que dejaban traslucir su llanto
reciente.
Carolina,
secretaria legislativa del cuerpo parlamentario distrital desde diciembre 2013,
tras asumir Néstor Fabián Giambartolomei
la presidencia del HCD, había dejado de serlo, tras presentar su renuncia,
indeclinable, al cargo que ocupara, con manifiesta eficiencia y no poco
entusiasmo desde un largo año y medio de gestión.
Sabíamos,
de antemano, de una situación encontrada que había desencadenado, sin
alternativa, su dimisión. No conocíamos, claro está, el texto de la renuncia.
Al que tuvimos acceso después.
El
contenido, precisamente, de la nota elevada por la señorita Aldunate al cuerpo
del que fue secretaria, es el siguiente:
Villarino,
Médanos, 19 de agosto de 2015.
Al
Señor Presidente del Honorable Concejo Deliberante
Don
Néstor Fabián Giambartolomei
S/D
Por
la presente, tengo el agrado de comunicarme con usted, y todos los miembros de
este cuerpo, para presentar mi renuncia indeclinable al cargo con que me
honraran.
El
único motivo de la misma es que el señor presidente, Néstor Fabián Giambartolomei,
me ha solicitado la renuncia a mi cargo, insultando la memoria y la obra del
partido al que dice pertenecer.
Los motivos por los que lo ha hecho conjeturo que deben de ser:
*
Por mantenerme firme en mis convicciones e ideales;
*
Por querer mantenerme en la Unión Cívica Radical;
*
Por no ser obsecuente, por pensar y manifestarme según mis creencias de lo que
es correcto;
*
Porque fue gracias a la Juventud Radical mi llegada a este Honorable Cuerpo y
no le debo el favor, ni al señor presidente ni a nadie más;
*
En fin, porque no negocio mi libertad de pensar, porque siempre fui sincera conmigo y el
resto.
Sólo
tengo palabras de agradecimiento al resto del Honorable Cuerpo. Fue un gusto
compartir este año y medio; de cada uno de ustedes aprendí; gracias por
resaltar mis logros y disminuir mis errores.
Me
hubiese encantado terminar mi mandato pero es insostenible esta ridícula
situación a la que el señor presidente me expone por lo que me despido con una
frase de uno de los referentes de mi partido:
“Somos
el viento nuevo, soplando viejas banderas. Las banderas de siempre…”
Carolina
Aldunate
DNI
36.328.450
Hasta
allí las palabras de Carolina, quien no las mandó a decir, sino que las
escribió y, como corresponde se diría, después de aceptada su renuncia, las dio
a conocer.
No
nos quedó claro, eso sí –y por eso lo
dicho en el comienzo de esta entrega del diario digital– el “mecanismo”
utilizado al abordar el cuerpo la consideración de la dimisión de la
secretaria legislativa.
El
presidente del cuerpo (y él mejor que nadie sabrá lo que especifica el
reglamento interno que rige el funcionamiento del legislativo) hizo breve
mención de la nota presentada por Aldunate. No se dio lectura a su texto (¿lo
conocían los ediles de antemano y se dieron por satisfechos fuera de la
sesión?) y sí se sometió el asunto a consideración, resultando aprobado por
unanimidad. No hubo expresiones de
ninguno de los bloques.
Cumplido
ese trámite, Giamabartolomei tomó el juramento de rigor a la secretaria
legislativa, señorita Ayelén Scarabotti, quien ocupó entonces la mesa cabecera
del recinto de sesiones en su nuevo carácter de funcionaria del cuerpo
colegiado (era hasta ahora la secretaria administrativa).
Se
procedió, después, tras una breve mención del edil Guillermo Cura al
aniversario del tránsito a la inmortalidad del general José de San Martín, al análisis de los asuntos contenidos en el
orden del día.
Cumplido
eso, en el cierre mismo de las deliberaciones, el presidente del concejo
reconoció la tarea llevada adelante por Aldunate y explicó que el pedido de su
renuncia se debió a una decisión estrictamente política.
A
mayor abundamiento sobre el tema, y nobleza obliga, debemos reconocer que nos
sorprendió que se aprobara una dimisión sin tomar conocimiento de su contenido,
sí abiertamente político.
No
estaría del todo mal explicar, aun así, que Giambartolomei pidió la declinación
de Carolina después de tomar conocimiento de la adhesión de su padre, César
Aldunate (ex presidente del comité de distrito de la Unión Cívica Radical) a la
candidatura de Jorge Simoni, del espacio “Cambiemos”, para las elecciones
generales del venidero 25 de octubre, en las que procura lograr la intendencia.
Se
recordará que, meses atrás, se planteó le negativa de Giambartolomei a
participar del acuerdo Pro-UCR y a participar de las primarias compitiendo con
Simoni. No escapará, tampoco, a los
seguidores del camino pre-electoral, que en cierto momento se puso en duda la
veracidad de un anticipo de este diario digital en torno al apoyo de Daniel
Eduardo Grosso, ex delegado de una anterior gestión en Hilario Ascasubi,
respaldo que ahora se ha visto corroborado con la presencia de ese militante
radical (también la de Luciano Grosso, presidente de la Juventud Radical) a la
lista que encabeza el ex intendente municipal entre 1999 y 2005.
Más
en lo que toca a lo que es nuestra tarea periodística, para ser explícitos,
desde entonces el espacio que lidera el titular del HCD –habitualmente presente
en nuestra columna política– olvidó una elemental actitud de convivencia y no
discriminación, evitando anoticiarnos de sus movimientos.
Como
expresión final se nos ocurre oportuno señalar que nos huele a viejas
prácticas, que creíamos en desuso, algún criterio (o su carencia quizás) a la
hora de afrontar, como se debe, los vericuetos de un año electoral, asumiendo
con seriedad las acciones a desplegar.
No puedo opinar sobre el hecho en particular porque desconozco sus detalles, pero, en general, puedo hacer alguna consideración. El Cargo de Secretario del HCD es un CARGO POLÍTICO, sin estabilidad; su nombramiento depende, únicamente, de la propuesta del Presidente, si bien luego lo aprueba el Cuerpo; es imprescindible la confianza, política y personal, entre Presidente y Secretario, de otra manera se obstaculiza con internas el funcionamiento del órgano legislativo.
ResponderEliminarQue lío. No entiendo bien. Si pueden aclarar...
ResponderEliminarQue lío. No entiendo bien. Si me pueden explicar agradecido. Hasta octubre espero para entender
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