Con la firma de Raúl Marcelo Padín y con fecha 28 de febrero de 2010, a través de la Dirección de Prensa y Ceremonial de la Municipalidad de Villarino, se dio a conocer un comunicado, cuyo texto es el que sigue:
“Con motivo de mi alejamiento de las funciones que venía desempeñando como subsecretario de la Municipalidad de Villarino, por razones de haber iniciado los trámites jubilatorios ante el Instituto de Previsión Social, a partir del día 28 de febrero de 2010, quiero dejar el saludo y agradecimiento para los funcionarios y empleados de este municipio. También destacar públicamente la colaboración de la Policía Comunal, de los que así la entendieron y la Departamental Bahía Blanca.
A los delegados municipales que siempre se destacaron por su colaboración con la subsecretaría. A las entidades intermedias, cooperadoras y comisiones de fomento que nos hicieran llegar sus inquietudes y un párrafo especial, pero muy especial, a los cuerpos de Bomberos Voluntarios de Pedro Luro, Hilario Ascasubi, Algarrobo y Médanos, pilares fundamentales para llegar con su ayuda desinteresada, ante el dolor de los demás. Hago extensivo mi agradecimiento a todos los vecinos de Villarino, que de una manera apoyaron y acompañaron en la tarea realizada”.
Nota del editor
Finalmente, se sabe que el alejamiento de Raúl Padín, de su cargo de subsecretario de Seguridad, se originó en su renuncia, para acogerse al beneficio de la jubilación. Aunque impropiamente, esa circunstancia le pone final (anunciado por otra parte) a una gestión duramente cuestionada y desde hace bastante tiempo, como que algunos la ubican casi como coincidente con su nombramiento, allá por el 2005, ya que por entonces la designación era resistida desde adentro del propio gabinete comunal.
Quiérase o no, hay quienes entienden que la mecánica debió ser otra: su relevo, que hubiera descartado la necesidad de que el propio intendente asumiera la interpelación por el HCD cuando el ahora exfuncionario gozaba de sus vacaciones anuales, previas, paradójicamente, a su alejamiento.
No ha sido la mejor manera. Lo rescatable, en buena medida, es que aún desde el error en el procedimiento, se haya puesto cierre a una “gestión” olvidable. Algunos dicen que “se irá por más”. Y no sería ajena a eso la figura de Beatriz Scazzola, jefa de la Policía Comunal.
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