Paso
a paso, sin mirar debajo del agua, cómo fue la gestión; y qué aporte hará el
municipio para generar una nueva fuente de trabajo.
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Patricia: se "sacó todas las dudas |
Está
en boga, porque así es la idiosincrasia nuestra, un tema sobre el que se
discurre “a pasto”. Lo hacen quienes saben; quienes creen saber; los que
escucharon “de oído” (aunque no estuvieran en la conversación); y, ¡por fin!,
aquellos que no pierden ocasión. Porque en definitiva, como si fuera una charla
de café, nadie (o casi) asume la responsabilidad de sus dichos.
Por
estos tiempos, esencialmente en Médanos, hay un tema para la “comidilla”, con
sus altas y sus bajas. Es decir, con la opinión a favor y aquella que, por el
contrario, está opuesta: el de la fábrica textil.
Casi
nadie, no obstante, ha tenido acceso a pormenores de primera agua que
expliquen, si cabe, las razones de una decisión municipal. Podríamos
incluirnos, si de hablar (escribir en rigor) con premura hubiera sido la
respuesta a quienes nos llamaban pidiéndonos que nos ocupáramos del caso.
Algo
sabíamos, es cierto, de la transición que la planta de Serres SA tuvo en
Coronel Pringles, bien explicada por el ex presidente del HCD Deliberante de
aquella ciudad, Eduardo de Vega, ingeniero agrónomo, que tuvo la gentileza de
hacernos llegar un artículo suyo (ver nota aparte en este mismo blog).
Pero
había, “detalles” que era oportuno sondear, si fuera posible. Supimos así, de
buena fuente, que José Soto llegó al Municipio de Villarino a través de una
reunión “armada” por Guillermo Di Rocco (edil separado desde principios de año
del bloque de la UCR,
al igual que Verónica García) y el diputado provincial Aldo Mensi (ex
intendente de Coronel Pringues).
Fue,
nos dijeron, un día viernes, en ausencia de la jefa del gobierno comunal,
Patricia Cobello, en viaje hacia La
Plata y Buenos Aires.
Soto
fue atendido, entonces, por Alejandro Cúneo (Gestión Pública); Walter Carrino
(Obras y Servicios Públicos); y Luis Antoniuk (Gobierno). Una especie agregó
que, circunstancialmente al menos, habría participado Fabricio Stefanelli
(Economía y Hacienda).
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Oscar Cuartango: Trabajo daría "planes" para la textil |
El
visitante, a estar por la “data” obtenida, habría manifestado, durante el
encuentro, “su voluntad de traer la fábrica para estos lares”, consignando,
además, haber hablado, con anterioridad, con el ministro Oscar Cuartango
(Trabajo), apuntando que el funcionario bonaerense le habría consignado la
posibilidad de contar con algunos “planes de empleo” o mecánica similar.
Hubo
una instancia posterior, quizás determinante (nunca se sabe) para estimular la
continuidad de las tratativas. Ilustrada la intendenta municipal respecto del
contenido de la charla con Soto, accedió a que Cúneo visitara la “fábrica
madre” (de Soto), en Luján.
El
episodio siguiente ubicó a Cúneo en las tierras famosas por la basílica
emblemática de la
Argentina. Allí, contó un allegado, le sorprendió “un predio
impresionante, de varios miles de metros cuadrados de superficie” y, allí, también,
“máquinas de todo tipo y color”.
El
empresario, sin embargo, “se mostraba reticente” y pidió conseguir, vía
Alejandro (Cúneo) una comunicación con Patricia.
Se
entabló, entonces, un enlace telefónico de Soto con la doctora Cobello, que le
dio al fabricante textil una cierta tranquilidad al saber que el funcionario de
Villarino (Cúneo) estaba en la planta por expreso pedido de la intendenta.
¿Habría razones, acaso, para algún escepticismo?. Pudo saberse, en esa ocasión,
que la fábrica se encontraba en estado de desuso, a lo que Soto explicó que eso
era porque “estaba cansado de que le roben” y que “los empleados le entablen
juicios” (¿…?).
La
siguiente alternativa fue una nueva presencia del empresario en Villarino,
primera ocasión en que, “in situ”, la jefa comunal tomó contacto con él.
De
esa reunión participaron, Rodrigo Dulsan y Guillermo Cura, además de los
anteriores interlocutores (Antoniuk, Cúneo y Carrino).
Soto
manifestó, entonces, la “voluntad de traer su fábrica, pidiendo ayuda para el
traslado de la maquinaria; un lugar para funcionar; y un subsidio para la
electricidad”.
El
visitante aludió a su reunión con el doctor Cuartango; pidió se le facilitara
una conexión con el Ministerio de Salud de la provincia (para venderle gasas
una vez instalado); y se interesó muchísimo por la confección de bolsas para
cebolla (porque ya había averiguado que las que llegan provienen del mercado
brasilero y son muchos millones).
Al
decir de algunos observadores, “ni lerdo ni perezoso, le vio la veta económica
enseguida”. Y según la misma visión, de fuentes allegadas, “no causó mala
impresión”. A propósito, quienes están estrechamente ligados al despacho mayor
de Moreno 41 explicaron que, pese a ello, Patricia habría indicado a sus
colaboradores “agotar todos los recaudos”, ya que el empresario comentó que
“había pasado algo por lo que se había tenido que ir de Pringles”, sin que
diera precisiones en torno al tema.
Rodrigo
Pulsan hizo, en su momento, la recopilación de informes sobre la empresa, a
través de enlaces con gente de Coronel Pringles, incluyendo a la abogada de la
municipalidad.
De
las consultas llevadas a cabo, a estar por dichos confiables, fueron observados
los expedientes relativos a la falta de rendición (por Soto) de un subsidio de
300.000 pesos (del ámbito bonaerense). De esas averiguaciones fue perceptible
que el aporte no fue hacia el empresario sino para el área de Producción
comunal (de Pringles), con participación –en cierta manera cuestionada- del
director de ese departamento comunal.
Hubo
–se especificó- otros pormenores pero que, en definitiva, no comprometieron la “situación”
de Soto respecto de su intento de radicarse en Médanos.
Entre
medio, se ha dicho, se provocó (en Pringles) alguna situación encontrada con la Cooperativa Textil,
acerca de lo cual no hubo mayor abundamiento.
Hubo
más, según se ha sabido, como una reunión, en el municipio, donde “se tiraron
todas las cartas sobre la mesa”, una gráfica definición de esa etapa, con todos
los antecedentes de Soto y su empresa al alcance de la mano. Estuvieron
presentes, entonces, funcionarios del Ministerio de Trabajo, para tener idea
del proyecto en marcha.
Se
discutió sí, en el ámbito municipal, el tema del subsidio por la electricidad,
ya que la idea era asignarle un monto menor, Pese a ello, se acordó lo previamente estimado,
pero con una ventaja: hacer un convenio a sólo un año de duración, un asunto en
el que hubo especial intervención de Rodrigo (Pulsan); y que no compromete en
nada al municipio. Ese convenio, precisamente, fue elevado al HCD y allí fue
aprobado por la mayoría de los ediles, excepto Claudio Pezzutti.
Corolario
momentáneo de esta historia que, de todas maneras, recién comienza: el proyecto
demandó traer las maquinarias; arreglar el galpón dónde va a funcionar la
fábrica (los baños que se instalan servirán luego para las distintas fiestas
que se desarrollen en el predio); y significará un aporte de 5000 pesos
mensuales durante un año…
Este
“esfuerzo” municipal genera, se ha explicado, la posibilidad de crear 20
puestos de trabajo y el doble o triple de personas que en sus hogares
desarrollen la actividad laboral…
Es,
en definitiva, una posibilidad que, para Médanos, es muy importante. Hasta lo
que se sabe, la intendenta (que no tiene porqué estar en todos lados y sabiendo
de todo; de allí su staff de colaboradores), agotó recaudos (como ya está
dicho), para no quedarse con ninguna duda; se “jugó”; y dio el “vía libre”, con la responsabilidad de haber averiguado
todo y estar absolutamente convencida de no comprometer, en nada, al erario
municipal.
La
frutilla del postre, si cabe, porque sabemos que el público cree y quiere saber,
en casi todos los casos, si hay algo “bajo el agua” (por más que ésta escasee
en Médanos): el miércoles 7 de este mes, tras la sesión del parlamento del “Pago Chico”, cuando “se ventiló
el caso Vidal”, hubo una reunión en “La Tacuarita”, emblemático lugar en las afueras de
Coronel Pringles. ¿Protagonistas?: entre “los de acá”, Carlos Bevilacqua, el
propio edil (Juan Cruz) y otro vecino, no identificado. No pudieron indicarnos
quiénes eran los pringlenses presentes, pero sí se supo que pocos días después
el tema de la fábrica textil tomó estado público regional. ¿Coincidencia o no
tanto?.
Nota
del editor
No
sabemos si el contenido de esta “entrada” dejará satisfechos a los impacientes
que nunca faltan.
Lo
“descripto” es lo “más” que pudimos obtener de fuentes confiables.
Habrá,
como siempre, quienes deseen (siempre los hay) un poco más. Pero en realidad
queremos decir que, contra lo que algunos suponen, nunca ocultamos nada y,
mucho menos, “jugamos” a favor de nuestra conveniencia.
De
buena fe editamos aquello que se nos informa; indagamos; o, simplemente, vemos.
Vaya
esta reflexión a propósito de quienes sólo buscan, en cada tema, algo del “puterío”
tan común en estos tiempos. Nos avalan 55 años en el oficio; más de 40 de ellos
transitando caminos de Villarino.
Ojalá
el tema de la textil deje de ser una polémica y se convierta en una realidad. ¿Dudas,
si?. Pero también, ilusiones de que, por encima de las circunstancias, Médanos
encuentre una nueva fuente de trabajo, sin que importe mayormente gracias a quien
llegó…
Luis
María Serralunga