“Mi mejor amigo; mi Don Bosco;
el de los caramelos duros, los mates bien dulces, los tordos en los bolsillos
de la sotana...
Hace días que rezo por vos,
por tu paz que más que ganada la tenés... Este "Ithurralde", como me
decís por mi parecido con el abuelo vasco, será un eterno agradecido por la
infancia que junto a tantos pibes nos regalaste.
Campamentos pasados por agua;
vizcacheadas; viajes en camión...
Me enseñaste gran parte de lo
que se y sin dudas llevo tu sello, padre Pablo. ¡Te quiero con el alma!”.
Hemos tomado los párrafos que
anteceden del muro de Facebook de Luciano Raúl Peretto Ithurralde.
Más allá que parezca impropio,
extraemos también, algunos comentarios (es probable que se escriban muchos más)
Verónica Garay: ¡hermoso
ser!. ¡Los mejores recuerdos de él!.
Maria del Carmen
Magnani: qué genio el padre Pablo...!!!. Ejemplo de bondad y servicio.
Hermosas tus palabras, Luciano. ¡Me encantaron!.
Gustavo León: verdadero ejemplo
de sacerdote y educador de chicos. Lo mismo que vos le agradezco yo, Luciano
Yésica Sánchez: cuantos
recuerdos inolvidables junto a él; esas idas al campo a cazar vizcachas; esos
recreos junto a él...
Roo Canales: qué lindas
palabras, Lucho… la verdad que sí, los mejores recuerdos de él y es cierto
quien no estuvo en esas vizcacheadas, que lo único que teníamos para cazar eran
unos palos flacos, pero qué sana diversión; cuantos recuerdos hermosos… Y
cuando le pedíamos la moto y salíamos a pasear y no volvíamos mas; eso, en
exploradores mas que nada... pero sea en donde sea cuando estaba Pablo ¡había
diversión asegurada!.
Carolina Duarte: él es la
imagen de Jesús en mi vida... El para mi es mi abuelo del alma y verlo siempre
me llena el corazón de alegría. Lo tengo tan presente; es con sí lo viera dando
los buenos días arriba de una silla para poder vernos a todos y repartir
caramelos. Verlo en la moto ni qué decirlo; y tomar mate con él en su oficina,
charlando, eran los recreos más lindos del mundo...
Daniel García: si no
fuera por esta gran persona, nuestra infancia,
Lucho, no hubiera sido ni parecida. Nos enseñó, nos malcrió con esas
salidas y campamentos que ansiosos esperábamos. Trató de hacernos desempeñar
como grandes personas, etcétera, etcétera. Infinidades de enseñanzas que muy
agradecido estoy con él. Es un ejemplo de vida y que siempre recordaré y lo
tendré de ejemplo, el padre Pablo.
Lucre Constantín: qué lindos
recuerdos, Lucho; creo que no hay nadie que haya pasado por el Don Bosco y no
se acuerde de él. El mejor recreo de todos era el de las 10, donde
bajábamos a tomar esos mates lavaditos, ¡je!. Y confesarte con el padre Pablo
era lo mejor del mundo, nada era tan grave. Si existieran más curas como él, no
hay duda que habría mas personas creyentes y practicantes.
Loree Rozas: persona más
santa que el padre Pablo no creo que haya. Cómo olvidar los “pochochos” que
explotaban por todo el patio y de chiquitines tironeándole la sotana y
preguntándole si no nos daba un caramelo. ¡Si, si, los caramelos de la
frutita!. La campanilla tiene dueño gente; ¡nuestro corazón eternamente
agradecido frente a tamaño ser de luz!
Virginia Aldaz: empieza con
A...;termina con O..., ¡alambrado! era la palabra mágica para ganarse un caramelo
cada sábado en exploradores... Todavía tengo maderitas y azulejos pintados por
él mientras compartíamos los mates más dulces y lavados del sur de la
provincia. ¡La letra suya era especial!. Una grandísima persona; un ejemplo de
sacerdote y misionero. Comparto tu oración, Lucho...
Luciano Raúl Peretto
Ithurralde: creo que no lo comenté, la foto es de Vicky Tasistro, ¡una fotaza!.
Es muy padre Pablo.
Daiana Etcheverry: “Lu”, ¿qué
es del padre?. Yo no sé nada... pero no me olvido de la vez que gracias a él
puedo dormir por las noche. Porque cuando murió mi abuela, yo no podía dormir
porque me pasaba que la veía y el día que fui y hablé con él, gracias al padre
Pablo, pude sacar de mi cabeza esa cosa y pude dormir... Y te digo más: yo no
compartí tanto con él pero me agarró una angustia y algo en la panza que sólo
pude llorar y después seguí escribiendo...
Juan Pablo Gorjup: ¡cuántos
recuerdos, Lucho, un gran hombre!.
Virginia “Viqui” Góngora: no
soy de Luro pero hace 9 años vivo acá. Un día, hace tiempo, veo un señor;
pregunté; ¿y ese señor?. Me respondieron ese es el cura. Que “capo”; iba en su
motito, me parece verlo por Dios. Alicia, madre de Lucho, me contó hermosas
historias de él; ¡qué lindo ser!.
Marta Oyón: hermoso el padre
Pablo; acá en “Burato”, miles de vueltas para bautizar a mi hijo. Llegamos a
Fortín; estaba en la huerta; se sacudió sus manitas y me bautizó el bebe. Me
sumo a tu oración, Luchito.
Osvaldo Saúl
Aldaz: Luciano: comparto lo tuyo en la sencillez, humildad, y generosidad
de este buen cura. Te felicito por reconocer a tu mejor amigo, y las buenas
vivencias que te hicieron feliz. Son pocos los que califican bien a las
personas en vida; por lo general siempre las valoran cuando ya no están. Por
suerte no es tu caso. Sirva de ejemplo. Abrazo.
Nota del editor
Ciertamente, conmovedoras las
expresiones que, como ruego, cada uno a desgranado, en torno a la figura del
padre Pablo. Nos unimos a todas ellas y rogamos, con la intercesión del beato
Artémides Satín (el enfermero de la Patagonia ), salesiano también él, la ayuda del
Señor para que el benemérito sacerdote de Don Bosco recupere su salud. ¡Y
gracias, Luciano, por tu homenaje!.
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